Evita, un nuevo bar con Adán colgado del techo

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Atraída por el ambiente que están creando los últimos negocios de Orillamar, Eva Cano inauguró un local de hostelería que pensaba llamar Evita no venir y finalmente quedó en Evita

03 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La intención de Eva Cano era llamarle a su nuevo negocio Evita no venir. «Pero ya estaba registrado y tuve que cambiar de idea. Quedó solo en Evita y en el techo está colgado un maniquí francés vintage que es Adán», comenta sonriente desde el número 14 de la calle Orillamar. «Apuesto por esta zona porque están abriendo negocios muy interesantes y cada vez hay mejor ambiente», asegura. Ella misma está al frente de su segundo negocio mientras que el de Mera, el famoso Jamón Jamón, lo está llevando su equipo bajo su supervisión. «Cuando abrí el bar me quedaban cien euros en la cuenta», dijo hace un año tras la apertura en Oleiros. «Ahora la cuenta me quedó tambaleando otra vez. Volví a los cien euros», apunta. En Eviia ofrece desayunos, vinos, cañas, tapas y una carta novedosa para picar, comer o cenar. Me habla, por ejemplo del hokkaido de pulpo al olivo. «El pan, que lo hacemos nosotros, es como un brioche pero con menos mantequilla. Lo servimos como un perrito caliente pero, en lugar de salchicha, con pulpo hecho con una receta peruana», explica. Un bar que ella define como «híbrido» en el que espera tener tanto éxito como en el de Canide, Mera. Evita no venir, siguiendo la recomendación que quería incluir en el nombre del local, y fíjate en el Adán que cuelga del techo. Eva es puro emprendimiento.