¿Vacaciones en la costa de Galicia? La Guardia Civil advierte de los riesgos de alquilar por internet el piso donde disfrutar de unos días de desconexión

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Imagen de la playa de Silgar en el mes de agosto del 2023; uno de los principales destinos utilizados por los ciberdelincuentes
Imagen de la playa de Silgar en el mes de agosto del 2023; uno de los principales destinos utilizados por los ciberdelincuentes ADRIÁN BAÚLDE

Agentes especializados en ciberdelincuencia alertan de la profusión de anuncios idílicos de viviendas que en realidad no existen y por las que piden fianzas que acaban esfumándose en el ciberespacio

20 abr 2024 . Actualizado a las 13:21 h.

Salón amplio, diáfano y con un ventanal inmenso que da directamente a las brillantes aguas de la ría de Arousa. Baños modernos, cocina americana y habitaciones con camas dobles. Todo perfecto, idílico, pero, en realidad, falso. Que la ciberdelincuencia camina un paso por delante de sus víctimas lo demuestran las decenas de personas que en los últimos años han caído en este tipo de estafas. Miles de euros se han perdido en viviendas vacacionales que, o no existían, o no pertenecían a la persona a la que se remitió la fianza para reservarla. Eso por ello que desde la Guardia Civil envían un mensaje de alerta para evitar disgustos y viajes en falso. No es la primera familia de Madrid que llega a la costa gallega para disfrutar de unas semanas de vacaciones y se encuentra que el alojamiento que han alquilado a través de internet lleva meses ocupado. El dinero que ya han puesto, por desgracia, ha volado muy lejos.

La principal recomendación de los investigadores, en el caso de que no se cuente con un arrendador de confianza, es el de cerrar el alojamiento turístico a través de una inmobiliaria real, aunque sea más costoso. Explican que los ciberdelincuentes enmascaran a la perfección sus trucos, ya que suelen robar imágenes de los principales portales de este sector para crear sus anuncios fraudulentos, que colocan en las principales plataformas de arrendamiento que hay en la red. En la mayor parte de las ocasiones, la vivienda o no existe o ni siquiera se encuentra en España, aunque siempre suele contar con buenas fotos y una descripción perfectamente detallada. Explican los agentes que es fundamental saber siempre quién está detrás de la oferta y piden que se desconfíe de propiedades excesivamente económicas. En lo referente a los inmobiliarias, demandan que se cercioren si se encuentran en funcionamiento, y, en el caso de contar con algún familiar o amigo en el destino elegido, que se le pida si puede acudir a comprobar si la vivienda existe y no hay nadie dentro.

¿El objetivo? No sufrir casos como el de un vecino de Salamanca que hace dos veranos llegó a Laxe tras haber pagado 550 euros por un piso de alquiler. Una vez en la Costa da Morte, vio que el propietario no respondía a sus llamadas para darle las llaves, percatándose de que había sido estafado. Los investigadores de la Guardia Civil pudieron dar con el presunto culpable, un vecino de la zona de Sanxenxo que ya era un viejo conocido de las fuerzas del orden. Más dinero perdieron dos víctimas de Zaragoza y Pamplona, a las que estafaron, respectivamente, 1.000 y 2.000 euros. En ambos casos, tras ponerse en contacto con la presunta propietaria de un piso, esta les solicitó una fianza y el primer mes de alquiler por adelantado. Cuando les envió el dinero, la mujer empezó a ponerles excusas para no formalizar el contrato, tales como fallos en los avales y en la escritura del documento de arrendamiento. Una de las víctimas acabó presentándose en la vivienda, ubicada en la zona de Ferrol, encontrándose con que el portero de la finca le reconoció que no había ningún piso libre.

Desde las fuerzas del orden admiten que Sanxenxo es uno de los destinos más utilizados por los ciberdelincuentes, que conocen la querencia de la gente de otros puntos de España por pasar en el municipio pontevedrés unas semanas de verano. La recomendación si se quiere disfrutar de las vacaciones mirando al mar gallego es sencilla. «Pagar más. Es decir, utilizar inmobiliarias contrastadas», admiten desde la Guardia Civil, cuyos investigadores especializados en timos telemáticos prefieren hacer bueno eso de que quien avisa no es traidor.