Taylor Swift relata una relación fallida en 31 nuevas canciones y entrega el disco pop del año

Javier Becerra
javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Taylor Swift en la pasada edición de los Grammy
Taylor Swift en la pasada edición de los Grammy Mike Blake | REUTERS

La americana lanza «The Tortured Poets Department», un álbum oscuro que mira al amor roto con el actor Joe Alwyn

20 abr 2024 . Actualizado a las 10:27 h.

So Long, London, el sexto corte de The Tortured Poets Department, empieza con la voz de Taylor Swift rebotando dentro de una habitación de espejos. En las apresuradas conclusiones vertidas a las pocas horas de publicarse había quien sostenía que ese modo de marcar las sílabas, con tono angelical dejando que se multipliquen con los reflejos, pretende simular las campanas que se oyen en la capital británica. También, quizá, una manera un tanto onírica de viajar adonde un día hubo amor y felicidad, para, años después, brotar los reproches y la amargura.

Tras esa introducción, llega una tensa base electrónica. La artista canta serena, sin que las emociones la embarguen. Pero dice cosas que lo alteran todo: «Juraste que me amabas, pero ¿dónde estaban las pistas? / Morí en el altar esperando las pruebas». El escalofrío que no se nota en su voz se extiende, sin embargo, en los miles de fanes que la estrella pop más importante del momento tiene por todo el mundo. Es ella, la chica que añoraba bailar en una cocina con la luz de la nevera en otra relación fallida en All Too Well, llevando a sus discos un nuevo capítulo de su intimidad. En este caso, la ruptura con Joe Alwyn. Salieron seis años y residían en el Londres al que le dice adiós con poesía: «Tuvimos una buena racha / un momento cálido de sol / Pero yo no soy la indicada / Hasta pronto, Londres».

La canción, llamada a engrosar la amplia lista de temas conmovedores de Taylor Swift que semejan un diario personal musicado, se alza como una de las banderas de esta nueva y larguísima grabación. En su versión extendida llega a los 31 cortes y más de dos horas de duración. Tomando el título de un grupo de WhatsApp de actores en el que estaba su expareja, The Tortured Man Club responde perfectamente al tópico del disco terapéutico. Dolida por la ruptura, que se anunció en abril del 2023, se puso entonces a escribir canciones impregnadas de este estado de confusión. Trabajó en ellas mientras protagonizaba la mastodóntica gira The Eras Tour.

En su elaboración tiró de dos de sus colaboradores habituales, Jack Antonof y Aaron Dessner (The National), que aparecen como coproductores y coautores. Y, de entrada, optó por continuar en la senda del pop electrónico de Midnights (2022), pero sin los ganchos de luz de aquel. Hay mucha más calma interpretativa, aunque en los versos aparezcan puñaladas. «Tu esposa riega las flores/ quiero matarla», canta en la inaugural Fortnight junto a Post Malone, viéndose como la vecina de su ex. Pero también hace preguntas y respuestas cargadas de anhelo: «¿Quién te va a abrazar como yo? / Nadie» (The Tortured Poets Department). Y, entre lágrimas, recuerda flotar enamorada: «Por un instante experimenté el amor cósmico / pero ahora estoy llorando en el gimnasio» (Down Bad). Todo para volver al cuchillo: «Responder: “¿quién?" al preguntar: “¿Quién es esa?” / es una actitud preparada para el ataque» (Who's Afraid of Little Old Me?).

Todas las caras del amor visto desde el desamor se dan cita en el álbum. Poco a poco, este despliega los puentes y estribillos característicos en la cantante, aunque esta vez de un modo menos evidente. Un sonido que, en la segunda parte, tira a lo acústico y recuerda su etapa de Folklore (2020). Abundante material que será glosado y sobreanalizado, tal y como exige cualquier movimiento de la reina absoluta del pop actual, quien, por cierto, pasa página mirando al presente y el futuro. En The Alchemy ya se dirige a Travis Kelce, su actual pareja. «Cariño, yo soy la indicada», le dice.