Las obras en el Lagares alteran el medio natural

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Antón Lois

Los trabajos de ampliación del paseo se realizan en plena época de cría

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevamente tenemos que desvelar la ubicación concreta en la ciudad de especies protegidas muy vulnerables para evitar que una obra pública se las lleve por delante. En este caso, nos acercamos al sufrido río Lagares, concretamente a las proximidades de la calle Severino Covas, donde estos días avanzan las obras del denominado Paseo del Lagares y cuyo impacto ambiental ya hemos comentado.

Las obras consisten en paseos de madera voladizos sobre el cauce, puentes de madera y escaleras metálicas de acceso al río (afortunadamente, escaleras convencionales, no mecánicas, aunque todo llegará en la ciudad de los prodigios de los remontes electrificados).

Todas estas actuaciones, realizadas en un entorno tan sensible y protegido, por cierto, como el cauce y el bosque de ribera, alteran inevitablemente la ecología de este hábitat natural. Y aquí llega el problema. Las obras se realizan en el peor momento desde el punto de vista de la conservación de la naturaleza. En las riberas del Lagares existe, entre otras especies, una población de narciso, o martelinho (Narcissus cyclamineus) una pequeña y discreta planta de flores amarillas, registrada como vulnerable en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas e incluida en el anexo II da directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Traducido, quiere decir esto que legalmente los martelinhos y el espacio en el que viven deben ser protegidos y no sufrir alteraciones, algo difícilmente compatible con los desbroces, el hormigón y el cemento.

Hábitat natural

En la zona en obras existe, y sobrevive milagrosamente a los vertidos, un núcleo reproductor de rá patilonga (rana iberica), especie incluida en el anexo IV de la directiva 92/43/CEE, do Consello, también relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. Esta protección no encaja con clavar pilotes cementados del paseo en pleno cauce del río.

Podemos añadir que en esa ribera del Lagares existe una población relicta de estroza o ranita de San Antón (Hyla molleri), especie catalogada como vulnerable en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas. Su protección legal no se lleva bien con el destrozo de la vegetación de ribera, especialmente las xunqueiras, que constituyen su hábitat preferente para ponerle pasarelas de hierro encima. Podríamos añadir las especies de aves, entre otras, el martín pescador, o picapeixe, ánade real etc., que se encuentran ahora mismo en época de cría.

Las organizaciones ecologistas Adega y Verdegaia y ciudadanos a título personal han denunciado estas obras y piden su paralización puesto que entre los meses de abril y junio no se pueden llevar a cabo estas actuaciones al establecer el Servicio de Conservación de la Naturaleza de Pontevedra un período de parada biológica debido a que este es el período de reproducción de la fauna en general y de las especies citadas en particular.

Seguimos sorprendidos por que el proyecto de este paseo del Lagares superase en alguno de sus tramos la evaluación de impacto ambiental, pero en cualquier caso las obras deberían suspenderse inmediatamente hasta que termine el período de parada biológica y, además, alguien debería asumir responsabilidades por hacer estas actuaciones justamente es esta época. Recordemos que esto ya se denunció, por el mismo motivo, el año pasado. El Concello reincide en hacer las obras cuando no debe.