Los equipos psicosociales del Imelga de Vigo elaboran cerca de cien informes al año
05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Tras años de quejas, los equipos psicosociales del Imelga, integrados por un psicólogo y trabajadores sociales, siguen arrastrando entre nueve meses y un año de retraso para entregar un informe sobre la exploración de hijos de divorciados en Vigo. Esto retrasa las sentencias de los tres juzgados de familia, como fuentes jurídicas reconocen, porque el juez necesita leer los resultados del informe psicosocial para tomar una decisión sobre la guardia y custodia de un menor. Cada año hacen cerca de 60 valoraciones periciales de este tipo.
En estas sesiones, el equipo psicosocial entrevista al menor en un ambiente amigable. Para ello, se han hecho más acogedoras las salas infantiles de la Cidade da Xustiza de Vigo. A veces, los psicólogos ponen a los niños en una salita con juguetes y observan las conversaciones que mantienen con los muñecos o amigos imaginarios con la esperanza de que este juego verbalice sus preocupaciones en el hogar.
Esto les da pistas sobre si el hijo está a gusto con sus allegados, si mantiene contacto frecuente con ambos progenitores, si disfruta de una relación de afecto y cariño en su casa y otras cuestiones. El problema es que hay cola para redactar cada informe, que se puede eternizar. Por su parte, las trabajadoras sociales indagan sobre las condiciones económicas de su hogar y de cada uno de los progenitores para detectar situaciones de miseria o pobreza, malnutrición o falta de escolarización.
«Es un horror»
«En el juzgado estamos paralizados entre 9 meses y un año para decir a las familias si los críos van con el padre o la madre. Sigue todo igual que hace años, es un horror, a los equipos psicosociales no se les dota de medios y están bajo mínimos», indican fuentes judiciales.
«Lo que hace todo esto es retrasar una decisión importante. Cuando se pide el informe es porque hay algo raro y es necesario realizarlo con urgencia. Ellos están desesperados», dicen fuentes jurídicas. Los profesionales pueden detectar conflictos en el hogar al entrevistar a los niños e incluso sospechar de maltratos.
Generalmente, los psicólogos preguntan a los menores si están a gusto en casa, si se llevan bien con ambos progenitores y otras cuestiones que interesan al juez. Tras la lectura del informe psicosocial, debe decidir si los menores se van con el padre o con la madre, o concede la custodia compartida. Un litigio de divorcio puede quedar empantanado hasta un año, a la espera de que llegue el informe psicosocial. La razón, apuntan fuentes jurídicas, es que el gabinete psicosocial está «bajo mínimos» y tienen que entregar informes a los jueces de familia y lo penal.
Un informe del Imelga del 2022 desvela la carga de trabajo de los dos equipos psicosociales de Vigo, compuestos de tres profesionales cada uno (un psicólogo y dos trabajadoras sociales). Ese año realizaron 57 valoraciones periciales de guardia y custodia, otros 37 sobre modificación de medidas (cambios en el régimen de visitas a hijos; Vigo es la ciudad gallega con mayor número de estos informes) y otros 16 asuntos distintos. En total, ese año emitieron 110 informes.
A mayores, el Imelga realiza ocho valoraciones sociales al año sobre condiciones de vida de las personas entrevistadas.