Sísifo

José Antonio Ventoso VIDA DESDE FUERA

BARBANZA

Es hora de reconocer que todos han contribuido a la crispación: derecha e izquierda

06 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Sísifo es un personaje de la mitología griega. Bajó al infierno y durante cinco días secuestró a la muerte. Volvió a la vida, pero fue castigado. Los dioses pensaban que no hay tortura mayor que el trabajo inútil y sin esperanza: empujar una piedra hacia la cima una y otra vez sin alcanzar la meta. Feijoo respondió al presidente Sánchez, que continúa en su puesto, con un discurso tremendista, cuando debía mostrar piedad. Es un retrato de la política española: una combinación de bulos, grupos de ultraderecha y jueces conservadores que juegan a ser dioses.

Lo que marca un punto de no retorno es la colusión mediático judicial que puede poner en peligro los pilares de la democracia y desvirtuar cualquier decisión que los ciudadanos que tomen en las urnas. No es posible entender que mientras un presidente decide irse de viaje al Hades para intentar convencer a Zeus de que él no quiere morir, Feijoo endurece su discurso y le acusa: de un cambio de régimen, de ser el hombre más peligroso que ha existido en el Gobierno desde la transición, de no aceptar la discrepancia, que divide a España, que no quiere justicia y ni prensa libre y que es una amenaza para la democracia española.

Lo curioso es que durante la ausencia del presidente en España no aconteció nada digno de mención. El empleo siguió creciendo, la economía también, no hubo huelgas y todos pendientes del puente de mayo. Si Sánchez se va de vacaciones, para la derecha eso debía ser positivo porque durante esos días no causaría males mayores.

Es hora de reconocer que todos han contribuido a la crispación: derecha e izquierda. ¿Acaso no somos polvo, más polvo enamorado? Sánchez ha logrado que toda la política gire alrededor de él, a favor o en contra. En estos cinco días no se ha hablado de otra cosa más que de los esfuerzos de Sísifo para continuar en su caída y volver a levantarse, del Madrid-Bayer y las lluvias de primavera en Cataluña