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María Teresa García, experta en aparato anorrectal y reconocida como mejor cirujana general de España, hace un llamamiento a los pacientes para que acudan a consulta y resuelvan sus dudas antes de alargar dolores innecesarios

Hay especialidades médicas prácticamente desconocidas por la población general y una de ellas es la proctología. «A veces, ni se sabe que existe un médico que se dedica, específicamente, a diagnosticar y tratar enfermedades del ano», afirma María Teresa García, cirujana general y digestiva especializada en las enfermedades del aparato anorrectal con consultas en las ciudades de A Coruña y Vigo, además de prestar asistencia en Ferrol, que es donde se realizan las cirugías derivadas de su consulta.

Su buen hacer como profesional en esta rama le ha valido para recibir el premio a la mejor cirujana general de España en la última edición de los Doctoralia Awards, unos galardones que reconocen el trabajo de los profesionales de la salud de distintas especialidades en España y cuyos premiados son elegidos tanto por los compañeros de profesión como por los pacientes. García reconoce que la cirugía general «normalmente es una rama que asocia a intervenciones de mayor magnitud, como puede ser un trasplante, pero la proctología también juega un papel importante en la salud y por eso creo que pacientes y compañeros han decidido otorgarme este galardón».

Aprovechando este reconocimiento, es una buena ocasión para poner en valor las funciones de un especialista en proctología como ella. Se trata de una disciplina perteneciente a la cirugía general que abarca el estudio, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades del ano, pero también del recto y del colon. Hemorroides, fístulas perianales o fisuras anales suelen ser las dolencias más comunes, pero hay muchas más sobre las que, por falta de desconocimiento de la población, no se dispone de la información suficiente sobre cuándo y por qué acudir a una consulta de proctología como la de María Teresa García.

«La mayoría de la gente no saben de la existencia de esta especialidad y, si les suena el nombre, no tienen muy claro a qué se dedican», afirma con contundencia. También se tratan trastornos del suelo pélvico y del nervio pudendo que, para quienes lo desconozcan, es un nervio alojado en la región pélvica que afecta a los genitales externos de ambos sexos, así como a los esfínteres de la vejiga y de la parte externa del ano. Incontinencias y escapes también son motivos de consulta para estos especialistas.

«La mayoría de la gente no sabe qué es la proctología y, si les suena el nombre, no tienen muy claro a qué se dedican»

Leyendo que una proctóloga como María Teresa puede diagnosticar y tratar cualquiera de las dolencias mencionadas anteriormente, habrá quienes se sientan identificados y tengan la necesidad de acudir a la consulta de este tipo de expertos pero les frene la vergüenza o el pudor. «La calidad de vida de un paciente está sobre la mesa de la comunidad científica. Ahí es donde nosotros también tenemos que ser proactivos, porque algunas personas creen que tienen que acostumbrarse a vivir con un dolor. La realidad actual es que las enfermedades del ano se pueden curar completamente y, en otras ocasiones, se pueden mejorar. A lo que nadie debe renunciar es a tener acceso a un especialista al que puedan preguntar», recalca la experta.

De la misma manera que desde hace pocos años se ha empezado a hablar más abiertamente sobre salud mental, es un buen momento para que se pueda hablar también sin filtros y sin eufemismos de otras especialidades ligadas tradicionalmente al pudor. Aquello de «sufrir en silencio» cuando se habla de dolencias como las hemorroides debería ser desterrado para siempre.

¿Cuándo es necesario visitar a un proctólogo?

Dolor al defecar o tener deposiciones dificultosas son uno de los primeros signos de que algo no va bien. Sufrir dolor al evacuar o padecer un estreñimiento prolongado en el tiempo indican que es momento de ponerse en manos de un especialista. Ante un episodio de dolor, «no se debe ir a la farmacia y empezar a probar cremas, que es lo que suele ocurrir. Es preferible que vengan directamente a consulta para ahorrarse disgustos», afirma la especialista.

No en todas las visitas al proctólogo se hace una inspección invasiva. La primera parte de una consulta siempre comienza con una inspección externa y, en función de lo que se observe, se pasa a profundizar más o no. Precisamente, la doctora García incide en que asociar una consulta de proctología al dolor es el primer mito que debemos desechar, «al igual que hace años asociábamos acudir al dentista con el sufrimiento y ahora es un proceso que se ha dulcificado hasta el punto de que ya no se asocia el dolor con la visita al odontólogo».

Por desconocimiento de la especialidad de la proctología, se asocia exploración anal a dolor y no es así. «El problema viene cuando acaba doliendo de verdad y esto es porque se espera al último momento para venir a consulta», sentencia García.

Por desconocimiento de la especialidad de la proctología, se asocia exploración anal a dolor y no es así. «El problema viene cuando acaba doliendo de verdad y esto es porque se espera al último momento para venir a consulta», sentencia García.

Técnicas poco invasivas y formación constante

Las técnicas quirúrgicas para abordar ciertas patologías asociadas a la proctología también han mejorado mucho gracias a los avances tecnológicos. Al igual que ahora hay técnicas menos invasivas como la laparoscopia, en el ámbito de la proctología ya disponen de medios para reducir el dolor y evitar estar varias semanas haciendo curas dolorosas o «mechas», que son aquellas que se hacen con gasas para que ceda un sangrado después de un drenaje.

Entre las técnicas poco o nada invasivas ni dolorosas que García aplica en consulta están el láser, el doppler o el banding. Estar actualizándose en este tipo de técnicas de vanguardia para minimizar cada vez más las molestias del paciente va siempre de la mano de la formación, algo que María Teresa García compagina formando parte de diferentes sociedades médicas de ámbito internacional.

«Actualmente, contamos con el equipamiento necesario para realizar diagnósticos precisos y poder ofrecer tratamientos que no sean invasivos ni dolorosos», especialmente en dolencias relacionadas con el quiste sacro, las hemorroides, fisuras y fístulas anales, así como en la prevención de cáncer de ano.

En definitiva, los especialistas en proctología, paralelamente a las consultas que realizan a sus pacientes tienen la misión de concienciar sobre la necesidad de desterrar mitos sobre el ano y animar a las personas a mejorar su calidad de vida acudiendo a este tipo de profesionales. «El aparato anorrectal parece el patito feo cuando, en realidad, es un órgano muy sofisticado y complejo», concluye.