Fue el encargado de confeccionar la plantilla del Bergantiños como Director Deportivo
07 may 2024 . Actualizado a las 18:36 h.Darío Cotelo (A Coruña, 1989)afrontó su primer curso ocupando exclusivamente el cargo de Director Deportivo, aunque ya realizase esas funciones en el Ourense CF, el Deportivo y el Montañeros. Fue el máximo responsable de la confección de una plantilla que le ha dado la razón con una autoridad aplastante.
—¿Ha distado mucho el año de lo planificado?
—En el fútbol lo de planificar a largo plazo es imposible porque hay lesiones o diferentes cosas que van complicando el camino. Tenía claro que necesitábamos una plantilla de buenos jugadores y que fuera amplia. Nos decían que eso podía ser difícil de gestionar, pero cuando yo hablaba con los chicos les explicaba que teniendo mucho nivel, nadie saldría del camino, porque al final, al tener la máxima competencia, todos quieren dar el máximo. Y además, permite que cuando algunos jugadores no estén bien, haya otros preparados.
—Fue el caso de Longo. ¿Esperaba su nivel?
—Sí, pensamos inmediatamente que podía ser determinante en As Eiroas. Creíamos que íbamos a ser dominadores y que muchos rivales se iban a cerrar defensivamente, y ahí necesitas a un jugador poderoso en los centros al área. Entonces lo teníamos claro. A lo mejor a la gente le puede sorprender su capacidad de remate, incluso a nosotros el verlo cada día como domina esa situación y mete el balón en la escuadra, pero ya sabíamos que era muy bueno en eso.
—¿Cómo ha sido su relación con el vestuario?
—Adapté mi labor a lo que percibí en cada momento. En verano tuve una carga muy grande, con más de cien llamadas y cargando el teléfono unas tres veces al día, algo que incluso desesperaba a mi entorno. En pretemporada iba a los entrenamientos, pero una vez que empieza la rutina, ya reduje mi presencia a ir a Carballo un par de veces a la semana. Al final necesito tiempo para ver los partidos de otros grupos de Tercera y Segunda Federación, fijándome en distintos jugadores. Lo que sí pretendí siempre fue respetar la intimidad del vestuario, aunque me encargué de gestionar las situaciones individuales, que hay muchas cada año.
—¿Ya trabaja en el año que viene?
—Claro, pero no sé lo que va a pasar, eso lo va a marcar el mercado. Me encantaría que siguiese el máximo de jugadores y formar una plantilla con gente de la zona que sintiese el club. Pero ellos pelearán por lo suyo y nosotros por lo mejor para el club. Queremos un equipo sostenible con identidad y preparado para la categoría.