Macron espera que Xi ejerza su influencia sobre Putin y pare la guerra

Asuncion Serena PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Brigitte y Emmanuel Macron ofrecieron una cena de gala al presidente chino, Xi Jinping, y su mujer, Peng Liyuan.
Brigitte y Emmanuel Macron ofrecieron una cena de gala al presidente chino, Xi Jinping, y su mujer, Peng Liyuan. ANDRE PAIN | EFE

Su visita de Estado a Francia está marcada por la guerra de Ucrania y las desacuerdos comerciales con la Unión Europea

16 may 2024 . Actualizado a las 20:00 h.

Hacía cinco años que el presidente Xi Jinping no viajaba a Europa y ha decidido romper esta ausencia con un gira que comenzó en Francia y seguirá en Serbia y Hungría. La visita de Estado a París está marcada por la guerra en Ucrania. Pekín no ha condenado la agresión de Rusia, pero los europeos esperan que Xi ejerza su influencia sobre Vladimir Putin para poner fin a este conflicto.

«Respetamos los lazos históricos que unen China y Rusia, así como los esfuerzos desplegados durante décadas para estabilizar esa relación», afirmó Emmanuel Macron tras mantener una reunión bilateral con su homólogo chino, «a la vista de esa historia compleja, acogemos favorablemente el compromiso de las autoridades chinas de abstenerse de vender toda arma a Moscú y de controlar estrictamente la exportación de bienes de doble uso» que pueden ser utilizados con fines militares. El presidente galo añadió que los europeos no buscan un cambio de régimen en Moscú.

Por la mañana, los dos líderes celebraron un encuentro tripartito con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Esta no parecía tan optimista y señaló que esperan que China haga «mayores esfuerzos por limitar la entrega a Rusia de productos de doble uso [civil y militar] que acaban en el campo de batalla». Xi Jinping pidió, por su parte, que no se «ensucie» a su país con el tema de Ucrania puesto que ejercen un «papel positivo» para encontrar una solución pacífica a la guerra, y se negó a que se use esta crisis «para echar la responsabilidad sobre los demás» con el riesgo de «activar una nueva Guerra Fría». 

Tregua en los Juegos

Macron, por su parte, se congratuló de la «voluntad» de Xi de apoyar una tregua olímpica en todos los conflictos durante los Juegos de París de este verano. Para el presidente francés, esta iniciativa podría ser una buena oportunidad para trabajar «sobre un acuerdo duradero que respete plenamente el derecho internacional».

Más allá de la guerra de Ucrania, los desacuerdos comerciales entre China y Francia, y la Unión Europea en general, marcan esta visita de Estado. Von der Leyen dijo que la UE «no dudará a la hora de tomar decisiones firmes para «proteger su economía y su seguridad», mientras que Macron pidió unas normas comerciales «justas», al mismo tiempo que reconoció que no existe una estrategia europea unánime, en relación a los esfuerzos de Alemania por preservar sus exportaciones de coches a China.

El coñac francés cobró especial protagonismo después de que, según Macron, Xi dijera, tras recibir como regalo unas botellas, que «desea» que no se apliquen las medidas adoptadas por China contra el coñac y el armañac a raíz de la investigación antidumpin abierta por Pekín como represalia por otra investigación similar de Bruselas sobre los fabricantes de vehículos eléctricos chinos.