Cathy la Matona, la funcionaria de prisiones que acabó al servicio de la mafia corsa por aburrimiento

O. B. Otalora MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Fotograma de la película «Borgo», dirigida por Stéphane Demoustier.
Fotograma de la película «Borgo», dirigida por Stéphane Demoustier. BORGO

Es juzgada por dar el 'beso de la muerte' a dos hombres por encargo de la mafia corsa, a los que asesinaron segundos después y a quienes precisamente había conocido en la cárcel

08 may 2024 . Actualizado a las 11:20 h.

El llamado beso de la muerte es una práctica mafiosa que consiste en señalar a una persona a la que unos asesinos deben matar y se hace besando a la víctima en las mejillas o en los labios. Un tribunal de la ciudad turística de Aix-en-Provence, situada en el sur de Francia y cerca de Marsella, comenzó el lunes el juicio contra Cathy Sénéchal, acusada de dar ese beso de la muerte a dos hombres por encargo de la mafia corsa y a los que asesinaron segundos después. Ella, trabajadora de prisiones de Córcega, era precisamente quien podía identificar a las víctimas ya que les había conocido en la cárcel.

El crimen fue cometido en el aeropuerto de Bastia, en Córcega. Según la acusación de la Fiscalía, el 5 de diciembre del 2017, dos antiguos miembros de la banda 'Brise de mer' (Brisa de mar), Antoine Quilichni y Jean Luc Codaccioni, expresos en la cárcel de Borgo, se reunieron en el aparcamiento del aeródromo. Entonces una mujer morena, alta y corpulenta se acercó a Quilichni y le dio dos besos, según recogieron las cámaras de seguridad. Dos desconocidos con subfusiles AK47 se acercaron a continuación y ametrallaron a los dos individuos. Al abandonar la zona, los criminales les dijeron a varios testigos: «Tranquilos, estamos rodando una película».

Las investigaciones permitieron averiguar que la mujer que había dado los dos besos a Quilichni era Cathy Sénéchal, una funcionaria de la prisión de Borgo que había coincidido con los dos asesinados. Ella había facilitado todos los datos de ambos presos a sus compinches en la banda Brise de mer y, según la acusación, era consciente de que se trataba de informaciones para cometer un asesinato. Sénéchal, junto a otras quince personas, está siendo ahora juzgada por ese doble crimen en un proceso que —se calcula— durará dos meses.

El robo del siglo

Esta mafia corsa llegó a ser una de las más poderosas de Francia. En 1990, por ejemplo, participó en el denominado caso del siglo, un robo cometido en la sede de la Unión de Bancos Suizos (UBS) en Ginebra, en el que se llevaron más de 100 millones de francos. El atraco jamás fue resuelto.

Cathy Sénéchal cayó fascinada por el mundo violento de la isla cuando trabajaba en el continente. Según aseguró en la cadena de radio RTL, llegó a estudiar corso para comprender mejor ese entorno. Consiguió que la destinasen a Borgo, en la isla, y allí profundizó en su relación con la Brise de mer. Su viaje al mundo de la violencia se produjo por el aburrimiento que le producía una vida con un marido depresivo y cinco hijos. «Meterme en ese mundo me permitió sentir que pertenecía a algo más grande», declaró durante los interrogatorios. Llegó incluso a introducir un veneno en la cárcel para acabar con un rival de sus nuevos amigos, aunque no llegó a utilizarse. La apodaban Cathy la Matona. El 17 de abril se estrenó en Francia la película Borgo, un largometraje inspirado en su historia.