Luis Blanco, director del Museo del Ferrocarril de Galicia, ubicado en Monforte de Lemos, recuperó los objetos del despacho donde trabajó el padre de Amancio Ortega como ferroviario
27 abr 2024 . Actualizado a las 08:30 h.Esa mesa es especial. Y al igual que la máquina de escribir y otros elementos que hay en el despacho de la imagen que les muestro, pudieron perderse para siempre. Estaban en la oficina del altillo de una nave que hace unas semanas fue derribada en la estación de tren de A Coruña con motivo de las obras que se están acometiendo para convertirla en intermodal. Recuerdo que hace un año un profesional ferroviario me alertó de una circunstancia que hacía que esa nave, y no otra, fuese singular. Allí trabajó el padre de Amancio Ortega que, en caso de no haber sido destinado a A Coruña, quién sabe si hoy existiría Inditex. Al reloj no se le puede dar para atrás, pero sí conservar elementos como la citada mesa, en la que trabajó el ferroviario Amancio Ortega Rodríguez cuando lo destinaron a Galicia el 1 de agosto de 1944. Pudo acabar convertida en escombros y perderse para siempre, pero afortunadamente apareció con un camión Luis Blanco, director del Museo del Ferrocarril de Galicia, ubicado en Monforte de Lemos. «El responsable de la nave nos dijo que igual lo tiraban, e hicimos cuatro viajes en camión. Recuperamos todo lo que había en la oficina: la mesa, la máquina, el armario, el archivo, o una silla, que no sabemos a ciencia cierta si es en la que se sentaba el padre de Amancio Ortega o es otra. Restauramos algunos elementos porque le faltaban las manillas de los tiradores, había algún cajón roto...», recuerda Luis desde el despacho de Monforte donde puedes sentirte como aquel hombre que lo utilizaba hace 80 años mientras su mujer, Josefina Gaona Hernández, y sus hijos se adaptaban a la vida gallega.
Solo los fines de semana
Luis es un apasionado del mundo ferroviario. El que visite el museo y el despacho de Amancio Ortega Rodríguez se encontrará incluso con una foto del padre del fundador de Inditex, y documentos escritos por él. «La gente pregunta, se interesa. Lo que sucede es que las instalaciones que tenemos son muy grandes y la parte central es donde está la locomotora. Por la semana solo hay un guía, y no puede enseñar todo. Para ver el despacho tiene que ser el fin de semana», explica Luis. La nave de la estación de San Cristóbal era la que acogía a los empleados de Enclavamientos, donde el padre de Amancio Ortega Gaona fue escalando puestos. En 1965 fue ascendido a jefe de brigada, un año más tarde recibió un premio a la efectividad, en 1971 lo nombraron jefe de equipo y en enero de 1972 decidió jubilarse.
«Ellos tenían acceso al material de enclavamiento, lo que son los desvíos de vía, las agujas y las señales que indicaban los cambios... Todo era mecánico. Me asombra porque todo lo que hacían lo dejaban por escrito, unos con la ayuda de la máquina de escribir y otros a mano. No sé dónde les enseñaban, pero la caligrafía de los ferroviarios era muy bonita», destaca el entusiasta director del museo monfortino. Allí se conserva, y con mucho cariño, el pasado de Amancio Ortega. Una localidad donde el padre del fundador de Inditex llegó a estar unos meses mientras esperaba su destino definitivo en A Coruña. Una historia ferroviaria que pudo perderse para siempre, pero que fue rescatada y ahora expuesta en un museo único y que cuenta algo muy especial. Nos dijeron que iban a tirar la nave y nos llevamos todo, mesa, máquina de escribir...”