Carolina Iglesias: «Nunca me he buscado en redes sociales, ni en internet»

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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Borja Sánchez-Trillo | Efe

Gallega por los cuatro costados, la humorista regresa estos días a su tierra para participar en el Encuentro Mundial de Humorismo (EMHU), donde compartirá escenario con Eva Hache, Ana Morgade y Henar Álvarez

27 abr 2024 . Actualizado a las 17:03 h.

Galicia vuelve a reivindicarse un año más como una de las capitales del humor. Lo hará de la mano del Encuentro Mundial de Humorismo (EMHU), un evento que reunirá en A Coruña a la flor y nata del mundillo del humor. David Perdomo, Dalia Gutmann, Silvia Abril o Goyo Jiménez llenarán las calles de la urbe herculina de risas y buenos momentos. Para Carolina Iglesias (Oleiros, 1993) esta es una oportunidad de volver a casa. A su casa. Esa Galicia a la que siempre reivindica allá por donde pasa. La gallega compartirá escenario con Ana Morgade, Eva Hache y Henar Álvarez. Todas ellas llevarán hoy su espectáculo Mentes peligrosas hasta el Palexco, en dos pases que tendrán lugar a las 19.00 y a las 22.00 horas.

—Un pódcast, la radio, humorista, presentadora, youtuber, colaboradora de Operación Triunfo, un premio Ondas... ¿Qué le queda por hacer a Carolina Iglesias?

—Un montón de cosas. Por ejemplo, lo de escribir lo tengo muy pendiente. De hecho, estoy escribiendo una novela. También tengo pendiente probar en ficción en algún momento, tanto escribiendo como interpretando, o tener mi propia hora de monólogo y girar yo sola. De momento, no estoy escribiendo para eso, pero en algún momento me gustaría.

—En «Estirando el chicle» habéis entrevistado a gente como Chelo García Cortés, Lola Herrera o Karina... ¿A quién te gustaría entrevistar que no hayas podido hacerlo todavía?

—Un montón de gente. Siempre decimos que nos encantaría a Amaia Montero, a Penélope Cruz, a Mercedes Milá... También a Sara Mesa, que sé que no quiere hacer entrevistas, pero si algún día quiere, nos encantaría tenerla en un programa.

—Y de las personas a las que ya has entrevistado, ¿con cuál te quedarías?

—Pues no sé... Yo creo que, en realidad, como la que nos marcó mucho fue la de Chelo García Cortés. A nosotras y a ella también. Además, luego en Sálvame hablaban de nosotras y fue como vivir una semana muy surrealista. Pero es que la entrevista fue increíble; que contara toda la parte más personal de Chelo, de sus vivencias, de cómo ha vivido su sexualidad... Una mujer de 70 años hablando de eso me pareció muy especial.

—Una de las claves de tu éxito es que has conseguido conectar con mucha gente y mucha gente se identifica contigo. ¿Cuál es el secreto?

—Aún ahora, la verdad es que no lo sé. Lo que hago es básicamente no aparentar una cosa que no soy. Soy de verdad, que parece como una cosa muy primaria, pero es que me he dado cuenta de que no todo el mundo es así. Es más, ya no es que no sean así, sino que a lo mejor no les apetece mostrarse como son porque prefieren protegerse un poco más, que también es lógico. El ser de verdad es crucial, porque creo que la verdad, cuando creas contenido y cuando te comunicas, es muy importante transmitir eso. En mi caso también creo que mucha gente ha empatizado, porque yo llevo diez años subiendo cosas a redes y he ido compartiendo la evolución y la ilusión que me hace cada cosa. Obviamente hay muchas cosas que me pasan por trabajo que normalizo, pero no quiero dejar de ilusionarme por lo que que me pasa, y compartir esa ilusión me gusta. Al final, con mis seguidores tengo un vínculo especial.

—¿El humor sigue siendo todavía cosa de hombres?

—¡Hombre, claro! Obviamente es innegable que hay muchas más mujeres. El público ha demostrado que quiere escuchar discursos nuevos y ver a mujeres. Hay muchas mujeres vendiendo muchas entradas en muchos sitios, pero hay que seguir. Hay un avance, pero no quiero que nos relajemos, no podemos crear la falsa sensación de que ya está todo conseguido. Por ejemplo, no hay casi ninguna mujer presentando concursos. Hay miles de espacios a los que todavía no hemos llegado porque el perfil de la cómica lo siguen encasillando. Aún no lo ven como un perfil que pueda estar en muchos sitios. Todavía da miedo encontrarse una mujer que hace reír.

—¿Eres humorista por accidente o es algo que siempre quisiste ser?

—Pues mira, no sé. Yo hacía bromas a mi familia, pero no me esperaba que me viese tanta gente. Porque a mí me da mucha vergüenza. Siempre me ha gustado hacer reír, porque me gusta ver a la gente feliz. Hay algo que, aunque yo no lo quería asumir, estaba ahí. Pero no me esperaba todo esto. Así que un poco de accidente también hay. 

—¿Y cómo se lleva lo de los «haters»? ¿Eres de las que mides cada cosa que dices para evitar que luego te lluevan las críticas?

—En mi Instagram solo veo vídeos de gatos, o de las Gameboys de los 90 y los 2000... Sobre la reacción a las cosas que diga o haga no estoy muy puesta, no me meto, no veo nada. Nunca me he buscado ni en redes, ni en internet. 

—En una entrevista en La Voz dijiste hace unos años que no te gustaría llegar a los 30 llamándote Percebes y Grelos, ¿cómo va ese propósito?

—Hombre, a ver, ya tengo 30 y yo creo que cada vez menos gente me llama Percebes y Grelos. Pero entiendo que hay gente que lo sigue haciendo. También es culpa mía, porque es mi nombre de Instagram, pero es que me da pena quitármelo. Lo tengo ahí que no sé muy bien qué hacer con el tema, pero bueno, esto es parte de mí también.

—A pesar de que llevas muchos años en Madrid, siempre reivindicas tu tierra. ¿Qué recuerdo especial se te viene cuando te hablan de A Coruña?

—Recuerdo un concierto del Xabarín Club en los jardines de Méndez Núñez cuando era pequeña. Me acuerdo mucho de ese momento. ¡Ah! Y de encontrarme a Gayoso por la calle una vez, que me puse muy nerviosa.

—¿Y qué le dijiste?

—¡Nada! Me daba mucha vergüenza. Mi madre me dijo que fuera a saludarle y yo no quise. Lo miré y nada más.

—¿Te gustaría entrevistarlo?

—Sí, pero me daría mucha vergüenza.

—No me lo puedo creer... ¿Con toda la gente que has entrevistado y te daría vergüenza hablar con Gayoso?

—Hombre, yo sigo queriendo dar las campanadas con él. Pero claro, después de decirlo tantas veces, que creo que hay como cinco titulares míos en La Voz de Galicia diciendo que quiero dar las campanadas con él... Igual es que el que no quiere hacerlo es él. Yo sé recibir las señales.

—Yo voy a volver a dejar patente en esta entrevista que quieres dar las campanadas con él...

—Pero no lo pongas en el titular, que ya me da vergüenza. Di que yo creo que no quiere darlas conmigo, para provocar...

—Si trajeras a alguien de fuera de Galicia a pasar unos días a A Coruña y a Oleiros, ¿a qué lugares te los llevarías a comer, a pasear o a tomar un vermú, por ejemplo?

—Pues... A La Lagareta, por ejemplo, me los llevaría a comer unas tostas y tortilla. En cuanto a lugares que enseñarles... ¡Todos! El puerto, la Ciudad Vieja, la torre de Hércules, que ya no es solo lo bonita que es, sino que el lugar donde está es impresionante. Es que Galicia es una maravilla. Luego, obviamente, los llevaría a Santa Cruz, en Oleiros [es el lugar donde Carolina Iglesias vivió durante sus primeros años], a ver el castillo. Es mi sitio favorito. Aquí también iríamos a comer una tortilla en el Preludio y una empanada en la panadería. Todo esto es lo que hice con mis amigas el verano pasado.