Coreografías para los bailes de novios: «Nos han llegado a pedir hasta Thriller de Michael Jackson, ¡y lo hicieron genial!»

José Francisco Alonso Quelle
j. alonso LA CARIDAD / LA VOZ

A MARIÑA

NÉSTOR FERNÁNDEZ

Profesores de baile de La Caridad instruyen a parejas de A Mariña y Asturias: «El objetivo es crear un momento perfecto, que sea inolvidable»

12 may 2024 . Actualizado a las 11:15 h.

«Si cuidas todos lo detalles en un día tan especial, no dejes el baile a la improvisación». Esta recomendación para las ceremonias nupciales destaca en la tarjeta de visita de Ángel García y Begoña Dacosta, profesores de baile en La Caridad, en el Occidente astur, con una dilatada trayectoria a sus espaldas. Bien podría haber seguido su consejo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, protagonista con su esposa de un tan voluntarioso como limitado chotis que fue de lo más comentado de su reciente boda. «Cada vez se mira más hacer de la apertura del baile nupcial un momento inolvidable de la ceremonia. Almeida lo hizo un poco en clave de humor. Hay gente a la que le cuesta bailar y no hay que juzgarla como si fuese una competición, y si no puede salir impecable, divertirse es también parte importante», comenta Begoña Dacosta, que con Ángel García vienen haciendo coreografías desde hace una década a matrimonios de A Mariña y el Occidente asturiano. No obstante, en su caso reconocen que buscan siempre la máxima perfección posible. Nada se deja a la improvisación.

Una pareja residente en Suiza bailaron vals y pasodoble con coreografía de Ángel García y Begoña Dacosta
Una pareja residente en Suiza bailaron vals y pasodoble con coreografía de Ángel García y Begoña Dacosta NÉSTOR FERNÁNDEZ

«Al principio las parejas se preparaban para abrir el baile con el típico vals. Pero, en parte con la influencia de las redes sociales, se fue evolucionando y se empezaron a pedir otros bailes, bachata, salsa, incluso rock y baladas o canciones que son especiales para los novios», explica Ángel García. Es en este momento cuando las coreografías se hacen más complejas, combinando dos piezas musicales.

«Nosotros recomendamos comenzar con un vals o una balada, con un baile estándar, porque es muy elegante y adecuado para el traje de novios. Después, si quieren completarlo con una bachata o un baile latino, surge el problema de que el traje de la novia no es adecuado. Hay quienes compran un segundo traje. Para hacer la fusión se hace una coreografía en la que, por ejemplo, mientras el novio se quita la chaqueta, la novia puede cambiarse. Todo esta medido, desde la entrada en la pista y las miradas, al cierre. La idea es que los asistentes piensen que todo es muy elegante y natural, pero detrás está todo el trabajo», añaden.

FaRi Elfarero

Una pareja de Ribadeo bailaron vals y salsa en su ceremonia
Una pareja de Ribadeo bailaron vals y salsa en su ceremonia FaRi Elfarero

Con ocho clases de una hora y practicando en casa «se consigue algo decente. Hay una primera toma de contacto en la que la pareja presenta su idea. Normalmente se dejan aconsejar y si es preciso se adaptan las canciones cambiando la base rítmica. También hay quien viene con un vídeo de Youtube y dice quiero hacer eso. Pero hay que ir paso a paso y lo primero es, para quien no tiene una base, aprender a bailar. Y nunca tiramos la toalla. Nos adaptamos para que nadie se vaya sin bailar».

Las posibilidades son enormes. De ello dan cuenta estos profesores: «Hay parejas que nos sorprenden. Recuerdo una que era fan de Michael Jackson. Comenzaron su baile con un vals y se coreografió que en medio de la melodía sonase como un disco rayado, el novio dejase caer los brazos, como un zombi, dando paso a Thriller. Costó muchísimo, pero quedó genial. Encantó a todos. Otra pareja bailó un vals y acabó al ritmo de Backstreet Boys. Una pareja de Suiza empezó con vals y acabó con un pasodoble ¡Hasta nos han llegado a pedir a Mandanga Styles! De todo».

Ángel García y Begoña Dacosta, bailando en competición
Ángel García y Begoña Dacosta, bailando en competición Jon Lopez Sanjurjo

Como lo más peculiar citan a una pareja de gusto por el rockabilly: «Querían bailar un rock, pero para ella con el traje de novia era imposible. Me dijo: tú nos enseñas y nos buscamos la vida. Se compró otro traje apropiado y con el novio en la pista con tirantes y gafas de sol, ella se cambió en el baño y lo bordaron. Salió genial». También recuerdan un tango por una pareja de la que la novia era Argentina: «La gente lloró de lo bien que lo hicieron y lo emocionante que fue».

Como los novios, a veces acuden grupos de amigos para hacer coreografías para bodas, pero resulta más complicado, por la dificultad de coordinarlos para los ensayos.

Ángel y Begoña ejercen como profesores de baile, sin olvidar seguir formándose (una vez al mes acuden a clase en el centro de baile UPA de Narón), mientras se preparan para volver a competir: «Desde la pandemia estamos a tope. Es una barbaridad, de verdad, la gente que quiere coreografías para sus bailes de boda. En las clases regulares también hay mucha gente, cada vez más».

Finalmente, tienen palabras de recuerdo y de agradecimiento para los profesores que les enseñaron a bailar, Estrella Broz y Fran Villarino, en Ribadeo, y a su profesora actual, Sandra García, de UPA Narón.