¿Por qué Grecia es favorita en Eurovisión?

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Con Marina Satti, una de las grandes estrellas de su industria musical, la delegación del país helénico busca reverdecer viejos laureles casi veinte años después de su única victoria

09 may 2024 . Actualizado a las 09:28 h.

La relación de Grecia con el Festival de la Canción de Eurovisión ha pasado en la última década por un período abrupto. Desde el 2014, solo las propuestas del 2021 y el 2022 consiguieron entrar en el top 10 de la gran final del festival, dato pobre comparándolo con la década anterior, en la que el país helénico estuvo entre los diez primeros en nueve ediciones, contando los top 3 de Sakis Rouvas y Kalomira (2004 y 2008) y el triunfo de Helena Paparizou en el 2005. 

Después de una accidentada participación en Eurovisión 2023, la delegación griega ha dado un gran paso adelante en busca de mejores resultados: dejar de lado los cástings internos con artistas de un perfil más bajo y apostar por una gran estrella de su industria musical, tal y como habían hecho en el pasado con Sakis Rouvas, Anna Vissi y Elpida, entre otros.

La elegida fue Marina Satti, que encabeza desde hace más de un lustro una nueva ola en la escena urbana griega. No es casualidad que esta ambiciosa apuesta coincida con una fecha muy señalada para la delegación mediterránea: el 50.º aniversario del estreno de Grecia en Eurovisión. El proceso de la ERT (ente público de televisión de Grecia) para convencer a Satti no fue sencillo. «Hace tres años que veníamos hablando de la posibilidad de representar a Grecia y se ha terminado dando. Desde la primera vez que hablamos, muchas cosas han cambiado; ahora solo pienso en que viajaré y actuaré allí, conoceré a los artistas de los otros países… Ya no me da angustia», declaraba la artista después de su elección.

Una Rosalía «a la griega»

Criada en Creta en el seno de una familia árabe sudanesa y con formación y pasado en la música jazz, Marina consiguió convertirse en actriz principal de la escena musical helena apenas un año después de su principal salto frente al gran público, lo que llegó gracias a Mantissa, una canción publicada en el año 2017, que puso a Satti en el mapa con más de 56 millones de visitas en YouTube.

Con algunos sencillos más de por medio, Marina Satti desarrolló los primeros compases de su carrera musical con una línea muy clara: sin abandonar el idioma griego, su estilo se nutrió de raíz helena, balcánica y árabe, pero abriéndose a experimentar diferentes sonidos contemporáneos fusionándolos con el folk. Como una suerte de «Rosalía a la griega», Marina Satti, ya una voz autorizada en el folk fusión, llegó incluso a experimentar con ritmos latinos.

Aunque no siempre llueva a gusto de todos y la cantante haya sido criticada por una parte de los oyentes helenos por «abandonar la buena música y hacer algo así», Tucutum, publicado en junio del 2023, ha sido uno de los temas del verano en el país mediterráneo. Ecléctica y atrevida, la artista griega también ha dejado su impronta en todo el proceso de elección de la que será su canción para la edición número 67 del Festival de la Canción de Eurovisión: Zari.

El proceso que confirmó este tema como el que representa a Grecia en el Festival estuvo hecho a medida de la cantante. La ERT aceptó todas las exigencias de Marina Satti, que llegó a descartar casi un centenar de canciones antes de llegar a la que sería la definitiva. Finalmente, la artista hizo equipo con siete productores diferentes, entre los que destaca OGE, una de las grandes figuras dentro del género urbano en Grecia.

Zari, estrenada en marzo, alcanzó el número uno de la lista de éxitos del país la propia semana de su publicación. Tal fue su impacto allí que artistas como Rack o Sidarta, dos de los raperos griegos más prominentes, mostraron su apoyo a la propuesta para Eurovisión, certamen en buena medida denostado por buena parte de la industria helena.

Además, la propuesta de Marina Satti ha sido una de las pocas que ha llegado a España antes del Festival. Hace una semana, cuando los ensayos todavía no habían empezado, Zari entró en la lista de los 50 temas más virales en Spotify.

Un homenaje al folklore griego

Marina Satti combina en su propuesta para Malmö una base eminentemente electrónica, que puede recordar a buena parte de los trabajos más recientes de Rosalía, con un marcado carácter tradicional y del folklore griego. Más allá de utilizar su idioma de forma casi íntegra en la canción, la zurna, una especie de flauta común en la música tradicional helena, toma una importancia capital en los estribillos.

La puesta en escena, dirigida por Fokás Evangelinos (escenógrafo de Miki Núñez en el 2019), presenta esta mezcla de culturas con un plano secuencia a lo largo de toda la canción, con un gran protagonismo de los cuatro bailarines que la acompañan en el escenario y una importancia especial del sirtaki, baile tradicional griego. Con esta propuesta, la delegación helena recupera el apego por sus raíces y volverá a estar en la pelea por el micrófono de cristal, que no logra desde hace 19 años.