Nemo, de Suiza, gana el festival de Eurovisión más político y polémico

M. Pérez / A. Moreiras REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

El televoto aupó a Israel a los primeros puestos, pero no logró hacer vencedor al país. España queda en el vigésimo segundo puesto con solo 31 votos

12 may 2024 . Actualizado a las 12:31 h.

Eurovisión llegó  a su gran día rodeado de críticas, protestas y muchísima tensión. Durante las semifinales ya quedó patente el descontento de varios de los participantes al tener que compartir escenario con Eden Golan, la representante de Israel. Pero en la jornada del sábado hubo un momento en que todo parecía venirse a bajo por momentos. La descalificación del representante de Países Bajos y la ausencia de varios países, entre ellos Irlanda, Suiza y Grecia en los últimos ensayos, hizo saltar todas las alarmas. Los medios suecos incluso aseguraron que cuatro países, Irlanda, Suiza, Grecia y Reino Unido, habían amenazado la noche del viernes con abandonar el certamen.

Tras una reunión de urgencia de la organización casi a punto de empezar el espectáculo, finalmente, todo transcurrió sin incidentes, aunque la organización no fue capaz de ocultar los abucheos a la representante hebrea cada vez que salió al escenario, ni cuando dieron los votos del jurado oficial desde el país.

La propuesta de Nemo, de Suiza, terminó como líder del jurado profesional antes de la llegada del televoto, que como siempre dio sorpresas. Una de ellas fue la de Israel, que pasó de apenas unas decenas de votos a más de 300, aupándose a los primeros puestos. Finalmente, con el micrófono de oro se hizo el joven Nemo, de Suiza, que a los 365 puntos del jurado profesional sumó los 226 hasta los 591 que le dieron la victoria. Segundo quedó el representante de Croacia, y en tercera posición Ucrania que también recibió el apoyo masivo del voto popular. Francia quedó cuarta e Israel en quinto lugar.

Él ha sido el primer artista declarado persona no binaria que se hace con el codiciado micrófono de cristal, cuando solo unas horas antes las apuestas lo relegaban al tercer puesto por detrás de Croacia y de Israel. «¡Espero que este concurso pueda estar a la altura de su promesa y continuar defendiendo la paz!», ha declarado muy emocionado tras conocerse el resultado.

Nebulossa conquista Malmö con su «Zorra», pero queda cuarto por la cola 

A pesar de no estar entre las apuestas en las últimas semanas, Nebulossa logró el apoyo del público que vio su actuación en directo desde el Malmö Arena. Mery Bas y Mark Dasousa, integrantes del dúo, lograron una espectacular puesta en escena, con la ayuda de sus dos bailarines, entre ellos el gallego César Ferrío, que terminó buena parte de los espectadores del Malmö Arena coreando «soy más zorra todavía». Los ganadores, casi contra todo pronóstico del Benidorm Fest, llevan meses promocionando su canción, que no estuvo exenta de polémica por su controvertida letra.

Tras su actuación escalaron varios puestos en las apuestas, que les daban un resultado muy bajo, algo que finalmente se confirmó en el jurado profesional, que otorgó únicamente a Nebulossa 19 puntos. El televoto otorgó a España otros once, con lo que se confirmaron los peores presagios para la propuesta española. Finalmente acabó en el puesto número 22, cuarta por la cola.

Suiza gana Eurovisión por tercera vez en la historia

La victoria de Nemo, un rapero de 24 años y género no binario, ha logrado acabar con casi cuatro décadas de sequía en Eurovisión para Suiza, el país donde se celebró en 1956, en la ciudad de Lugano, la primera edición del festival de la canción europea por antonomasia, según informa Efe.

Suiza solo había ganado en esa primera edición con Refrain, de Lys Assia, y lo había conseguido nuevamente en 1988 con Ne partez pas sans moi, cantada por la canadiense Celine Dion, quien años más tarde se convertiría en una estrella mundial.

Los 36 años que ha tenido que esperar Suiza convertían al país, que además es sede del ente organizador de los festivales, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), en uno de los ganadores que más tiempo llevaba sin volver a lo más alto.

Solo le superaban Bélgica, que lleva 38 años sin ganar el certamen, Luxemburgo (41), Francia (47), Mónaco (53) y, por supuesto, España, que desde el Vivo cantando de Salomé, hace 55 años, no sabe lo que es la victoria, aunque aún hay más de una veintena de naciones que jamás han ganado, incluyendo «históricas» como Chipre o Malta.

El ganador de esta edición, Nemo Mettler, nacido en la ciudad bilingüe de Biena, en la frontera entre la Suiza francoparlante y la germanoparlante, desarrolla actualmente su carrera musical en Berlín, aunque es popular en su país desde hace casi una década.

Fue en el concurso televisivo Los mayores talentos de Suiza donde con 16 años ya sorprendió por su habilidad para rapear letras compuestas o improvisadas, entonces en el peculiar dialecto alemán de Berna, su cantón natal, aunque en los últimos años se ha decantado por el inglés para lograr un reconocimiento más internacional.

A finales del pasado año Nemo, que en sus actuaciones y vídeos musicales alterna ropas masculinas y femeninas, se declaró no binario, y en la canción ganadora de la noche, The Code, expresó su lucha interior y exterior para asumir esa identidad de género.

«Fui al infierno y regresé para encontrar el camino. Rompí el código», grita en el estribillo un Nemo que enlaza con su victoria con otras muchas del colectivo LGBTQI en Eurovision, incluidas las de la israelí Dana International en 1998 o el austríaco Conchita Wurst en el 2014.

En las últimas décadas, el país alpino había tenido una trayectoria bastante discreta en Eurovisión, e incluso desde la implantación del sistema de semifinales su presencia en la gran final había sido casi excepcional. Sin embargo, en el 2021 estuvo a punto de dar la campanada con Tout l'univers de Gjon's Tears, que quedó primera en la final tras las votaciones del jurado pero bajó a la tercera posición al agregarse el siempre polémico televoto.

El veto a la bandera de la UE

El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, cuestionó que se impidiese el acceso a la gala del festival musical de Eurovisión con la bandera de la UE. «Eurovisión es en primer lugar una celebración del espíritu europeo, de nuestra diversidad y talento europeo. La bandera de la UE es un símbolo de esto», publicó Schinas.

En España no faltaron las voces críticas contra RTVE. La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz aseguró que «vamos a estudiar las medidas necesarias para que RTVE no vuelva a apoyar Eurovisión en estas condiciones». Y Unidas Podemos pidió la dimisión de Ana María Bordás, jefa de la delegación española.