El marinero de Baiona al que robaron la identidad

A MARIÑA

Ángel Estévez casi va a la cárcel por culpa de un ladrón que se hacía pasar por él

17 oct 2007 . Actualizado a las 11:22 h.

Ser víctima de un robo de documentación puede suponer toda una pesadilla. Ángel Estévez, un marinero de Baiona de 45 años, acaba de salir de ella, pero tuvo que luchar mucho para demostrar su inocencia. El delincuente que le sustrajo la cartera suplantó su identidad y se dedicó a cometer delitos en su nombre después de vaciarle la cuenta bancaria. La víctima se dio cuenta cuando empezaron a llegarle las multas a su casa.

Todo comenzó un viernes de hace dos años y medio. Ángel había ido a cabo Silleiro a practicar submarinismo y dejó el coche aparcado junto a las rocas. Mientras se dedicaba a su deporte favorito, el delincuente abrió la puerta del vehículo y se apoderó de su cartera.

Ángel no se percató del robo hasta el lunes siguiente, cuando quiso utilizar su tarjeta para sacar dinero de un cajero. Inmediatamente puso una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Baiona y anuló sus tarjetas. Para entonces, el ladrón ya se había gastado más de 3.000 euros de su cuenta en ropa, restaurantes y en el peaje de autopistas en Portugal. El marinero renovó su documentación y acabó olvidándose del asunto sin saber que lo peor tardaría aún muchos meses en suceder.

Pesadilla

Su vida transcurrió con normalidad hasta el pasado mes de marzo. Llevaba unos días embarcado en una campaña de pesca en las islas Seychelles cuando recibió un correo electrónico según el debía ponerse en contacto urgentemente con su familia en Baiona.

Había recibido por carta en su domicilio una multa por tráfico de drogas y haber amenazado con un cuchillo de ocho centímetros de hoja al gerente del motel Acapulco de Vigo. Al parecer, había sido detenido por este motivo el día 17 de marzo, cuando en realidad llevaba tres días en alta mar.

Su madre no dio crédito a lo sucedido y la primera reacción fue un gran disgusto familiar. El marinero tuvo que contratar a un abogado y reunir una gran cantidad de certificados para justificar que en esa fecha él se encontraba embarcado.

Semanas después, el delincuente fue arrestado otra vez por la Guardia Civil y de nuevo puesto en libertad.

El ladrón logró colar a los agentes en dos ocasiones el carné de conducir de la víctima con su fotografía pegada. «Ni siquiera le tomaron huellas digitales, y aún hoy estoy esperando una disculpa de los mandos de Porriño porque cuando me presenté en el puesto no reconocieron su error», manifestó.

El entuerto finalmente se resolvió en junio, cuando la Policía Nacional interceptó al delincuente, que circulaba a gran velocidad por el centro de Vigo. Le requirieron el carné de conducir y enseguida sospecharon que estaba falsificado porque la fotografía estaba pegada y no grapada en la cartulina rosa. El ladrón, un ourensano con antecedentes penales, reconoció que la documentación no era suya. Fue detenido y ahora el marinero baionés le ha presentado una denuncia por suplantar su identidad. «Lo que me ha pasado no se lo deseo ni a mi peor enemigo», sentencia.