Varios proyectos de edificios y viviendas unifamiliares que se estaban tramitando en el año 2006 en Barreiros, cuando la Xunta intervino y retiró a la comisión de gobierno local la potestad de conceder licencias de obra, podrían salir adelante. Aunque estos proyectos no se ajustan a las normas provisionales dictadas por la Consellería de Política Territorial, el hecho de que las licencias se hubiesen solicitado tres meses antes de la intervención de la Xunta abre la puerta a que se puedan conceder por la vía del silencio administrativo. Se trata de una opción a menudo polémica y de compleja resolución, por las diversas interpretaciones que se hace de esta vía.
Para analizar estos proyectos el alcalde de Barreiros, Alfonso Fuente, decidió crear el pasado año una comisión municipal de urbanismo en la que están representados los grupos políticos. En cualquier caso, finalmente deberá ser la comisión de gobierno (PP) quien decida sobre la concesión de licencias.
Desde su constitución la comisión se ha reunido una vez, hace algo más de un mes, y de una forma un tanto informal, sin presencia de los técnicos municipales. En ella Alfonso Fuente presentó un primer paquete de once proyectos, pero que carecían de los informes de Secretaría, que tanto para BNG como para el PSOE son determinantes para decidir si se pueden dar o no licencias por la vía del silencio administrativo.
Estos once proyectos son una parte de los que hay pendientes. En ellos figuran un edificio de 36 viviendas en San Cosme; otro de 24 en Reinante; uno más de 76 pisos y cuatro estudios en San Miguel; un bloque de 24 viviendas y once adosados en San Bartolo, y un quinto edificio con 44 pisos en San Pedro. Otros cinco proyectos corresponden a viviendas unifamiliares: cuatro en Pumarín, dos en Sarxende, una en Cancela Vella y una más en Agolada, y una solicitud de licencia más es para legalizar un edificio para una instalación hotelera en San Bartolo.
Desde los grupos de oposición se solicita al alcalde que no demore más afrontar este asunto y convoque cuanto antes a la comisión municipal de urbanismo. Benito Longarela, portavoz el PSOE, manifestó ayer: «Cando se fixo a reunión quedamos en volver a xuntarnos en canto estiveran listos os informes de Secretaría, pero seguimos á espera. Por iso lle pedimos ó alcalde que se mova, porque interesa mover este asunto canto antes xa que a vía do silencio administrativo non está clara».
En términos similares se pronunció Antonio Veiga (BNG): «Quen ten a obriga de dinamizar este asunto é o alcalde, porque a estas alturas os grupos de oposición non sabemos nin sequera cantas licencias quere meter por esta vía. El foi premiado nas eleccións por xente que lle pediu que se movera para resolverlle os asuntos. Que o faga. Nós, o BNG, pronunciarémonos na comisión de urbanismo, pero quen terá que resolver é o PP. A solución, aínda que lles fastidie, vai ser do equipo de goberno»