Un barco mercante de unos 120 metros de eslora -según informó el práctico de Ribadeo, José Antonio Torviso-, quedó ayer varado al intentar hacer una maniobra para amarrar en el muelle comercial de Mirasol. Al cierre de esta edición se esperaba a que subiese la marea para, al filo de la medianoche y ya con el barco flotando de nuevo, retomar el trabajo y concluir el atraque.
El incidente ocurrió sobre las siete de la tarde, cuando el mercante entró sin problemas en Mirasol. En ese momento se decidió girarlo para dejarlo mejor colocado. Torviso explicó que en la maniobra, el buque, debido a sus dimensiones -de más eslora de lo que suele ser habitual en Ribadeo- se salió del canal y tocó la arena, quedando varado de proa y popa. En esos momentos estaba bajando la marea y se tomó la decisión de dejarlo así hasta que comenzase a subir de nuevo.
Pendiente de cargar
El buque, con bandera de Gibraltar, entró en Ribadeo por primera vez. Está vacío, ya que su misión es cargar pasta de papel de Ence Navia. Es la primera vez que este mercante atraca en el muelle de Mirasol. En Ribadeo estará amarrado dos días, mientras se carga.
Se da la circunstancia de que este incidente -más espectacular que grave en sí, ya que ni el barco ni la tripulación sufrió daño alguno- se produce cuando hay una draga trabajando desde hace días en el canal del muelle de Mirasol, para rebajar su calado hasta los cinco metros.
A pesar de las reiteradas promesas, hacía años que no se ejecutaba un dragado, una actuación imprescindible para garantizar la viabilidad del muelle comercial ribadense.
Lo ocurrido ayer pone de relieve la importancia que tiene el dragado y las dificultades con las que se desarrolla el trabajo en Mirasol. De hecho, lo habitual hasta ahora era que muchos de los barcos que trasladaba Astilleros Gondán a Ribadeo para concluir su construcción quedasen varados en el propio canal cuando bajaba la marea.