Parte del baluarte defensivo de A Atalaia de Ribadeo o quizás de la muralla -algo que estaba pendiente de dilucidar-, cuyo origen se remonta al siglo XVI, se vino ayer abajo en un desprendimiento. Lo positivo del incidente es que no hubo que lamentar víctimas. Gran cantidad de tierra y piedras se desmoronaron sobre el material acopiado en la base del talud, que estaba siendo usado para construir el ascensor panorámico que conectará el paseo marítimo con la capilla de A Atalaia. El talud desgajado invadió la zona vallada, donde solo se mueven los obreros. Por suerte, en ese momento en el lugar no había ninguno. Eran en torno a las dos de la tarde y habían parado para comer, según explicó el alcalde, Fernando Suárez (BNG).
El regidor se desplazó al lugar y se puso en contacto con el jefe del Servicio Provincial de Costas, José Miguel Estevan, quien matizó que no es competencia de su departamento. Suárez explicó que hoy informará a Patrimonio, para evaluar una posible actuación. Y es que la capilla de A Atalaia y el área recreativa con el mirador pertenece al Ayuntamiento. Suárez confía en involucrar a otras administraciones para que el coste de la reparación no repercuta en las arcas municipales.
Dragados, que ejecuta el ascensor panorámico, detuvo ayer las obras. No hubo actividad porque al parecer están esperado a que un técnico verifique si es seguro seguir trabajando.
Lo cierto es que el parapeto defensivo que se vino abajo estaba literalmente colgado del talud. El objetivo de Costas era consolidarlo, con un proyecto complementario al del ascensor. De hecho, a principios de año el Concello de Ribadeo aprobó una moción del PSOE en la que se solicitaba que se hiciese esta actuación. José Miguel Estevan la valoró favorablemente y al parecer estaba gestionando que el Ministerio de Medio Ambiente habilitase fondos para poder licitarla.