Medio centenar de personas secundaron la concentración celebrada ayer en la plaza Mayor de Viveiro para reclamar, una vez más, soluciones a un problema que se va agravando a medida que se conocen las nuevas resoluciones judiciales. La desestimación del recurso de amparo interpuesto por el Concello ante el Tribunal Constitucional supone cerrar «outra porta» y acrecienta el temor a un eventual derribo de las viviendas. Teresa Aguirre, presidente de la Asociación de Veciños O Lodeiro, reiteró ayer la importancia de dar a conocer su situación a todo el mundo, «porque aínda hai xente que non é consciente da gravidade», señaló.
El colectivo vecinal insistió en aclarar que las concentraciones se efectúan en la plaza Mayor porque es el lugar más visible de Viveiro, «non por ir contra do Concello». Los vecinos reconocen que el Ayuntamiento «cumpriu o prometido» y creen que «debemos ir xuntos», pero le reprochan que no les proporcione la información disponible antes de trasladarla a la prensa puesto que ellos, recalcan, son «os perxudicados». Al tiempo recuerdan que, en caso de que la orden de demolición llegue a ejecutarse, el problema repercutirá en toda la sociedad.
Tras el rechazo del recurso de amparo presentado por el Concello, los damnificados temen que el recurso planteado por ellos ante el TC corra la misma suerte. «Confiamos en que se admita a trámite o incidente de inexecución da sentencia», que presentó el Concello ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a mediados de abril.
Por otro lado, la Asociación de Veciños O Lodeiro continúa a la espera de recibir contestación del Valedor do Pobo y del Defensor del Pueblo, así como del nuevo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, a quien solicitaron una entrevista al día siguiente de la toma de posesión. Los afectados seguirán concentrándose en la plaza el primer miércoles de cada mes. Los convocantes eluden opinar sobre la escasa asistencia que suelen registrar estas protestas. Insisten en la enorme gravedad del problema, agudizado por la incertidumbre que llevan años soportando, además del daño moral y económico que les ha generado. Y recuerdan que cualquier persona podría encontrarse en una situación similar.