Nadie ignora la crisis, pero en A Mariña, este mes de agosto, «hai máis xente que nunca», reconocen las oficinas de turismo. «En catro horas contei 124 veces a historia de Ribadeo», afirma una de las técnicas de turismo de Ribadeo. Eso sí, las estancias se han acortado y las parejas se juntan para compartir piso y reducir gastos. En los hipermercados trabajan como nunca y en los restaurantes la alegría es más moderada. Los bolsillos flaquean, aunque las tascas andan de bote en bote.
Madrileños y castellanos son quienes más visitan la comarca en verano; también llegan muchos andaluces y catalanes y, por supuesto, los vecinos del Cantábrico, astures y vascos sobre todo, y gallegos del interior. En la oficina de turismo de Ribadeo les atienden Begoña García, y otras dos compañeras. «Todo o mundo pregunta pola praia das Catedrais e todos queren que lles expliques as mareas, andan perdidos... A xente quere coñecer, e non se conforman só con Ribadeo, queren saber de toda A Mariña e de Asturias, e as diferencias entre por exemplo a relación que nós temos co viño e a dos asturianos coa sidra. Preguntan por concertos e actividades para os nenos... E os días de choiva aproveitan para visitar museos e exposicións».
Espeleología y arqueología
En Mondoñedo «o que máis piden é o relacionado coa espeleoloxía e as visitas ás covas do Rei Cintolo; o patrimonio monumental, sobre todo a catedral e, algo máis minoritario, a arqueoloxía, polo castro de Zoñán e outros achádegos recentes». Y la tarta de Mondoñedo que, con el bonito de Burela, la merluza del pincho de Celeiro, el marisco, el pulpo o la pesca fluvial de A Pontenova, conquista paladares.
Muchos de los visitantes recalan en la comarca con al menos parte de los deberes hechos. «Xa veñen algo documentados e aquí preguntan, sobre todo, pola básilica de San Martiño», explican desde Foz. En la oficina de turismo de Viveiro distribuyen el periódico informativo Qué ver, qué hacer, con la oferta lúdica y cultural de la temporada, además de los teléfonos de hoteles y restaurantes e información acerca del patrimonio histórico y artístico.
El casco viejo constituye uno de los mayores atractivos de Viveiro. Prueba de ello, la magnífica acogida de las visitas guiadas, organizadas por Centro Comercial Casco Histórico y que, cada jueves, viernes y sábado del mes de agosto (continuarán al menos la primera quincena de septiembre) reúnen a más de 30 personas. Algunos repiten, según indica el gerente de la entidad, Simón Arrizado, para no perderse nada, pues se han establecido varios itinerarios.
«Un buen libro y oír llover»
Los turistas agradecen las sugerencias. «Moitos queren andalo todo, de Ribadeo a Viveiro, Sargadelos, Cervo, Foz, Burela... e o interior, Mondoñedo, O Valadouro...», destacan los técnicos consultados. Pero si algo condiciona el quehacer diario, en vacaciones, es el tiempo. Si sale el sol, las poblaciones del interior se vacían; si llueve, surge la inquietud por hallar alternativas, sobre todo con niños. Si no, apunta Lourdes, «un buen libro y oír llover, es la gloria».