La Comisión Superior de Urbanismo de Galicia ha aceptado varias de las modificaciones de la normativa provisional, en vigor en Viveiro, propuestas por el Concello. El alcalde, el socialista Melchor Roel, asistió a la reunión celebrada el martes por este organismo, en representación de la Diputación Provincial de Lugo. Y ayer se reunió con los portavoces de todos los grupos y el arquitecto municipal para analizar el contenido del encuentro. «Tanto yo como el conjunto de portavoces estamos totalmente satisfechos con varias cuestiones que nos preocupaban, para poder adaptar la normativa provisional a la realidad que tenemos en el concello de Viveiro», afirmó el regidor.
A la espera de recibir en audiencia al mandatario local y estudiar las «matizaciones» planteadas y compartidas por todos los grupos municipales, la Comisión Superior de Urbanismo de Galicia acepta la construcción de entreplantas, como establecían las Normas Subsidiarias, o la modificación de la regulación de las cubiertas, otro de los cambios reclamados por el Ayuntamiento.
«Y una cuestión importantísima -subrayó Roel-, en torno a los núcleos rurales. Se reconocen los ocho núcleos rurales (sin efecto en la normativa provisional, en vigor en Viveiro) que estaban pendientes o en debate de si serán normativos o no, porque el Real Decreto 102 del 2006 dejaba fuera los que el Concello de Viveiro había dejado fuera en 1998». Son los núcleos de Alvarelle, A Pena, Pirixel, Santo Albites, Augadoce, Brieiro, Escourido y la ampliación de As Pallaregas. «Tenemos el reconocimiento de estos núcleos históricos de Viveiro. Tanto en zonas urbanas como en núcleos rurales quedan fuera de la aplicación de los 200 metros establecidos en zonas de protección. Es importantísimo para quienes viven en núcleos alrededor de los ríos Landro o Bravos». Además, recalcó Roel, «la superficie edificable en los núcleos rurales se amplía de 120 a 150 metros cuadrados».
Construir entre medianiles
Urbanismo también parece dispuesto a aceptar la modificación propuesta para poder construir entre medianeras. «Por ejemplo -explicó Roel-. Si tengo una finca en zona urbana de Covas de 12 metros de frente, tendría que dejar tres a un lado y tres a otro, por tanto sería imposible edificar. Con lo de ayer (por el martes) se determina que sí se puede edificar». Destacó, además, que «hasta ahora había la capacidad de autorizar edificaciones entre medianeras y aquí se abre la posibilidad, importante, con una sola medianera, de poder compactar el conjunto de la manzana». Estos dos últimos puntos podrían tener consecuencias en el caso Lodeiro. No obstante, Roel, por «responsabilidad», se mostró prudente: «Se abre la posibilidad de regularizar y que no queden fuera de ordenación determinadas acciones constructivas».
También se corrigen errores como «que el suelo industrial de Chavín era urbanizable y no edificable; ha quedado como urbanizable y edificable. «En el trámite de audiencia matizaremos algunas cuestiones, pero creemos que la propuesta de la alcaldía, apoyada por todos los portavoces municipales y luego en el pleno, por unanimidad, es muy satisfactoria», dijo Roel.
«Queremos reconocer y agradecer, tanto al conselleiro como a la secretaria xeral de Ordenación do Territorio, la sensibilidad a las propuestas y además el cumplimiento de las normativas legales que hacen interpretación favorables al desarrollo del municipio de Viveiro y a los intereses de los vecinos afectados», destacó el alcalde.
Pendiente el pazo de Malates
En cuanto a las modificaciones del Plan Especial de Protección e Reforma Interior (Pepri) del casco histórico, el regidor indicó que queda pendiente de una entrevista entre técnicos municipales y técnicos de la Xunta. Y es que, señaló, Urbanismo mantiene la prohibición de abrir nuevas vías. Esto repercute no solo en el caso de Malates sino también en el edificio de la calle Nicolás Cora en litigio.
Pese a ello, Roel reiteró su satisfacción, compartida, dijo, por los portavoces municipales. «Colma todas aquellas inquietudes que teníamos en Viveiro para que, mientras no se aprueba el Plan Xeral no se dañen los intereses de los vecinos ni del Concello, en un desarrollo delimitado pero justo del urbanismo», concluyó.