La Torre dos Moreno, edificio declarado bien de interés cultural y uno de los más representativos de Ribadeo, requiere que se sustituyan sus doce pilares exteriores de la planta baja para garantizar que siga en pie. Es la conclusión que se extrae de los análisis realizados por el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones (Intemac), tras las catas realizadas en varios pilares. El proyecto urgente de intervención está siendo ultimado estos días por el arquitecto ribadense Ernesto Cruzado, quien ya redactó otros dos anteriores con los cuales, hace unos diez años, se encorsetaron las vigas centrales y se intervino en la cubierta y en partes de la fachada posterior. Con ello se garantizó que la torre no se vendría abajo, pero el deterioro continuó y ahora el riesgo de que se desmorone en parte es mayor cada día que pasa.
El proyecto de Ernesto Cruzado será el instrumento del que se servirá el alcalde, Fernando Suárez (BNG) para solicitar a la Xunta que financie la intervención sin esperar a que el Ayuntamiento cumpla con el requisito de hacerse con el 51% de la propiedad -en la actualidad posee poco más del 20%-. En este caso el proyecto cuenta con el aval de los informes de un prestigioso organismo como es Intemac.
Cambiar una viga
El trabajo que está concluyendo Ernesto Cruzado contempla sustituir los ocho pilares circulares de la planta baja, que dan al Cantón dos Moreno, y los otros cuadro que hay en la planta-sotano de la zona posterior del edificio, así como la viga que apoya en los pilares, que en la actualidad prácticamente no existe tal es su estado de deterioro.
La obra resultará compleja y laboriosa, por lo que supone retirar un elemento básico del edificio y sustituirlo al mismo tiempo, para evitar que la estructura no se vea dañada. Pero no sería especialmente costosa, pues no se actuaría en las fachadas ni en las zonas interiores, comunes o privadas, de la Torre dos Moreno.
De los estudios realizados por Intemac se desprende que es una actuación imprescindible, ya que se han detectado una serie de fisuras en los pilares, que progresan geométricamente de modo que en poco tiempo, si alcanzan a las armaduras, pueden provocar el colapso del edificio y que parcialmente se venga abajo.