Fue el último asunto abordado en un pleno que duró casi tres horas y al que no acudió la popular Mariña Gueimunde. Orlando Expósito, de IU, rogó el respaldo expreso de la corporación viveirense al alcalde, por agotar todas las vías legales para evitar el derribo de 118 pisos en Lodeiro y de 11 en O Valado, ambos ordenados por sentencia judicial tras declararse ilegales las licencias de obra, concedidas por el anterior gobierno popular del municipio.
«Sean cuáles sean las consecuencias, de acuerdo con la legalidad, no con la justicia, responderé hasta el final para que no tiren los pisos de vecinos inocentes y estafados, aunque algunos no se lo merecen, y que paguen los que tienen que pagar», explicó Roel antes de agregar: «Pero solo puedo aguantar hasta dónde la Ley me lo permita, y si en algún momento no quedan más opciones, igual tendré que irme y deberá venir alguien en mi lugar a firmar» la orden de demolición de esos inmuebles.
Expósito pide apoyo para Roel después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le impusiese al regidor una primera multa coercitiva de 500 euros, un tercio de salario, por no ordenar el derribo de once pisos en O Valado. «Como non vai ser a última», el edil de IU-EU se inclina por intentar que el regidor no tenga que renunciar a sus ingresos. «Sería ilegal que el pleno decidiese pagar por mi», aseguró Roel.
El alcalde agradeció el apoyo recibido en ese asunto por parte de todos los concejales de la corporación local, «menos de dos, por los que me siento perseguido y acosado».