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Un pediatra se desdobla en Viveiro con 2.000 pacientes

A MARIÑA

Sanidade prevé aliviar el día 1 la sobrecarga que soporta desde hace dos semanas, consultando a un ritmo frenético

27 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ni siquiera la atestada sala de espera permite intuir tan frenética actividad. Mamás y papás se muestran comprensivos con los retrasos sobre los horarios orientativos de consulta. Otros saben que deben tener más calma, han acudido por urgencias porque solo así pueden saber, cuando les preocupa, qué les ocurre a sus pequeños. Por tres puertas entran y salen una auxiliar y una enfermera, llamando, recibiendoy despidiendo. Tampoco paran dentro, donde un pediatra se mueve de sala en sala, desdoblándose para procurar atender a tres pacientes cada vez. Y así llevan dos semanas en pediatría del centro de salud de Viveiro, donde la Xunta dejó en manos de un solo facultativo la atención de unos 2.060 menores de 14 años de edad.

El continuo ir y venir de ayer por la mañana no sorprende en una época del año en la que resfriados, gripes o infecciones víricas atacan sin consideración a los más pequeños de la casa. Menos mal que no están enfermos todos los que dependen del especialista del ambulatorio viveirense y, también, que ese médico tampoco se resiente estos días por problemas de salud.

Paciencia y dudas maternas

Cuando llegue ese esperado refuerzo, pediatría de Viveiro recuperará la normalidad. Con matices, porque los sanitarios continuarán con el cansancio acumulado tras muchos días de sobrecarga, afanándose en sacar el trabajo adelante, con un ritmo estresante que se percibe mejor dentro de la consulta.

Papás y mamás están perfectamente enterados del problema. Comentan sus impresiones y la mayoría acaba llegando a la misma conclusión. No entienden cómo se puede cargar a un solo pediatra con los pacientes de dos. No comprenden por qué tardan tantos días en enviarle ayuda. Pero ellas y ellos también parecen haberse habituado y, con todo, lo importante es que por las mañanas hay pediatra en su centro de salud.

No olvidan que dos semanas atrás, cuando coincidió la baja médica de la pediatra con las vacaciones del que después volvió al pie del cañón, tenían que desplazarse a San Cibrao. Al menos eso ha cambiado ahora, porque el que está en activo aceptó aumentar su horario laboral.

En singular, porque solo hay uno. Su compañera está de baja médica, previéndose que su ausencia sea prolongada. El Servizo Galego de Saúde alega que no pudo sustituirla desde mediados de mes porque no encuentra profesionales en paro. Anuncia que el próximo martes, 1 de febrero, se incorporará otro pediatra. No estará disponible hasta entonces porque trabaja en otro centro de salud.