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El temporal impide a mercantes operar en Mirasol y para la pesca

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

La flota amarra por olas de hasta 10 metros y un árbol cae en la LU-540

16 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Aprovechando momentos de cierta calma, al abrigo de la ría, alguna lancha salió ayer a mirar aparejos. Fue la excepción en el cuarto día consecutivo de amarre forzoso de la flota de bajura mariñana, cerqueros incluidos, a los que ayer, por el recrudecimiento del temporal en el mar, se sumaron arrastreros de litoral. Olas que en algún momento rozaron los diez metros de altura no solo paralizaron a la flota pesquera, sino que obligaron a la Capitanía Marítima de Burela a suprimir el servicio de prácticos y de movimiento de mercantes en el muelle ribadense de Mirasol. «Por razones de seguridad», cerró al tráfico a las once de la mañana de ayer y no reabrirá hasta «nuevo aviso».

Datos de la boya de Puertos del Estado, fondeada frente a la Estaca de Bares, indican que las olas superaron los siete metros de altura desde las once de la noche de ayer hasta las ocho de la mañana, cuando se midió la más grande, de 9,84 metros. Desde entonces se situó entre casi siete y ocho, pero anoche tendían a subir otra vez.

El viento también se notó en tierra. MeteoGalicia midió la ráfaga más fuerte en Fragavella, 95,9 kilómetros; en Burela llegó a 88,9; en Ribadeo a 69,2; y en Galdo, Viveiro, a 49,2.

Además, el temporal derribó un árbol sobre la LU-540, en el kilómetro 8, condicionando la circulación. Ocurrió a las seis de la tarde y fue retirado del vial.