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Los mil y un intentos de consorcio

AROUSA

Las primeras propuestas por unir al sector datan del 97. Desde entonces, incontables han sido los proyectos que, sin éxito, han tratado de aunar sector público y privado

14 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Crear una entidad en la que estén representadas las empresas del sector turístico y las diversas administraciones es una de las viejas aspiraciones de la comarca de O Salnés. Pero la creación del consorcio de turismo, que así se llamaría esta nueva agrupación, es casi una utopía. A lo largo de los últimos años, incontables han sido los intentos realizados para poner a funcionar esta iniciativa. Pero, hasta ahora, todos han fracasado. El principal problema, explican los promotores, es lo reacios que se muestran los empresarios a financiar esta entidad. Quieren que, como hasta ahora, sean las administraciones las que se encarguen de costear la promoción de la comarca y todas las demás actividades que se realizan para conseguir que los visitantes sigan eligiendo O Salnés como destino de vacaciones.

Fue la Cámara de Comercio de Vilagarcía la que, allá por el año 97, propuso la puesta en marcha de un consorcio turístico. En él estarían representados 21 municipios de las comarcas de O Salnés, Caldas y Tabeirós-Terra de Montes, la Autoridad Portuaria de Vilagarcía y las asociaciones empresariales. La idea era crear una entidad que sirviera «como grupo de presión para resolver problemas relacionados con el sector», explicaban entonces. De este proyecto salieron varias ideas, como la creación de una guía de todos los municipios o la posibilidad de organizar una feria sobre turismo. Pero ninguna de ellas logró salir adelante.

El relevo de la Cámara lo tomó la fundación comarcal, que allá por el año 2000 ya daba por hecho que, en breve, la comarca tendría un consorcio para gestionar las actuaciones turísticas. En este caso, la entidad quedaría limitada a la comarca de O Salnés y buscaba, sobre todo, la formación de profesionales del sector y el diseño de las líneas básicas de actuación en materia turística. Su principal logro fue el de traer a O Salnés una delegación formada por periodistas londinenses.

Un año después, el consorcio de turismo se convertía, otra vez, en proyecto pero, en esta ocasión, de la mancomunidad. Los alcaldes de los municipios arousanos estuvieron de acuerdo en elaborar un estudio para poner en marcha la agrupación de hosteleros y administraciones. En este caso llegó incluso a haber un presupuesto, sobre lo que costaría poner en marcha el consorcio. Sufragar el arranque de esta agrupación costaría 22 millones de pesetas (132.000 euros).

Pero aunque la entidad no llegó a arrancar de forma definitiva, la mancomunidad sí destinó una parte importante de su inversión a la promoción turística de la comarca. Fue entonces cuando O Salnés empezó a asistir a ferias como Fitur de forma conjunta y cuando se empezó a hablar de la necesidad de elaborar folletos de información de los nueve municipios, para poder unificar la oferta y evitar que cada municipio fuera por libre. Fue también en esta época cuando O Salnés recibió el Plan de Dinamización Turística (PDT), que incluía una importante inversión de la Xunta para cambiar el concepto de promoción que se había realizado hasta entonces.

La subvención de ese programa sirvió para poner en marcha nuevas promociones pero, a medida que llegaba a su fin, la entidad supramunicipal insistía, de nuevo, en la necesidad de poner en marcha el consorcio. Los técnicos aseguraban que esta era la mejor fórmula para seguir manteniendo las inversiones en materia de turismo. Y otra vez comenzaron las gestiones. Pero los empresarios no tenían nada claro el proyecto y, sin ellos y sin su aportación económica la entidad carecía de sentido. Lo que menos gustaba al sector privado era la obligación de tener que financiar de su bolsillo el funcionamiento de esta nueva entidad.

Hace solo un par de años, la mancomunidad preparó un nuevo proyecto para, de nuevo, impulsar la puesta en marcha del consorcio. Se trataba de un plan en el que se comprometían a colaborar varias administraciones para poner a funcionar la entidad y que la aportación de los empresarios fuera, por lo menos durante los primeros años, mínima. Pero aunque existía el compromiso de la Xunta para financiar esta iniciativa, el proyecto quedó olvidado en algún cajón y el consorcio volvió, otra vez, a convertirse en una utopía.

Todos estos intentos fallidos no han significado, sin embargo, que la mancomunidad se haya dado por vencida. Recientemente, la entidad supramunicipal realizó un viaje a Asturias para que los empresarios del sector turístico pudieran ver, en primera persona, cómo funciona un consorcio y las ventajas que tiene. Al mismo tiempo, la entidad tiene pensado seguir con la creación de nuevos productos turísticos. Además de incrementar las visitas a la comarca, esta iniciativa busca demostrarle al sector que todo lo que se invierta tiene, al final, réditos para compensar la inversión.

La idea de la mancomunidad es que en un futuro no muy lejano, la comarca pueda disponer de un consorcio de turismo. Sobre todo, porque esta entidad permitiría llegar más allá en algunos proyectos, como la web de «O Salnés a medida». Aquí se pueden obtener paquetes turísticos completos, pero no se pueden realizar las reservas. Falta que los empresarios se aúnen y, de una vez por todas, pongan a funcionar el consorcio.