«El hueco del CDS sigue existiendo con dos millones de votantes»

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA/LA VOZ.

AROUSA

El ex diputado centrista, hoy afiliado al Partido Popular, sigue pensando que el Constitucional le arrebató su escaño en 1989 con una «sentencia política»

27 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los últimos treinta años de su vida han estado marcados por la política nacional, como diputado cofundador del CDS junto al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, y por un largo periplo por varias embajadas como asesor y consejero de Educación. Ha conocido y cultivado la amistad de importantes personalidades de la transición democrática y de la cultura, y tiene material de sobra para escribir sus memorias, cosa que no descarta algún día.

Francisco Javier Moldes Fontán nació en Barro, municipio al que sigue vinculado solo sentimentalmente. Una tierra de políticos, de pintores, de filósofos, ilustrados y científicos, aunque su antepasado, el geógrafo Domingo Fontán, era de Portas.

Su abuelo paterno fue alcalde su localidad natal, cuando el Ayuntamiento estaba en Porráns. Su abuelo materno fue el impulsor del primer cine de la comarca, O Carballal. Y su padre, empresario del sector de la ferretería, construyó en la década de los cincuenta el primer automóvil de gasolina diseñado en Galicia. «Cuando lo trajo a Industria a Pontevedra creo que le faltaban algunos detalles técnicos, pero se quedaron maravillados. Yo apenas tenía ocho años y recuerdo que el coche estuvo después muchos años aparcado en el taller», cuenta.

El joven Moldes estudió el Bachillerato elemental en Caldas y el superior en el Instituto de Pontevedra y su compañero de mesa fue Constantino Méndez, actual secretario de Estado de Defensa. Fue alumno colaborador del Museo con Filgueira y García Alén. «Trabajaba aquí en verano -dice mirando al edificio Castro Monteagudo- y en las excavaciones de A Lanzada. Tengo un recuerdo magnífico, para mí fue una escuela de formación complementaria al Instituto».

La carrera la hizo en Santiago, donde se licenció en Filología Románica. Es de la promoción de Darío Villanueva, del que sigue siendo amigo, y en la Universidad vivió los agitados movimientos del 68. Aunque no estaba metido en política, una ficha policial le impidió hacer las milicias. «Fui a la mili de soldado raso al terminar la carrera», aclara.

Trayectoria

Su trayectoria profesional como profesor de Lengua y Literatura la inició en los Jesuitas de Vigo. Antes de opositar dio clases como interino en el Sánchez Cantón, instituto pontevedrés al que volvió con plaza fija después de pasar por otros centros de Ourense, Porriño y Marín.

Hasta el año 1982 no sintió la llamada de la política. Adolfo Suárez, a quien tenía un gran respeto por su papel trascendental en la transición democrática, acababa de crear su nuevo partido, el Centro Democrático y Social, del que Moldes fue secretario general en Galicia y presidente provincial. «Conocí a Suárez en A Coruña cuando aún estaba organizando el partido. Tuvimos una conversación muy interesante que me encantó y decidí integrarme en su proyecto». A los pocos meses hubo elecciones generales y fue de número dos en la lista por Pontevedra, pero el CDS solo consiguió dos diputados en toda España, Rodríguez Sahagún y el propio Adolfo Suárez. «Muchos abandonaron el barco. Yo prácticamente me quedé solo en la provincia y hasta el 1986 hicimos la travesía del desierto».

El éxito electoral llegó aquel año, cuando consiguieron 19 escaños en el Congreso, entre ellos el de Moldes por Pontevedra y otro por A Coruña. En esos cuatro años de parlamentario fue el que más propuestas e interpelaciones hizo de los 25 congresistas gallegos de entonces, incluido Mariano Rajoy, diputado en aquella legislatura por Alianza Popular.

Paco Moldes fue el primero que llevó al Parlamento el tema del narcotráfico, cuando en Arousa los clanes del tabaco dieron el salto a la droga. Y recuerda que por ello estuvo amenazado y le costó algún pequeño susto.

La prensa se hizo eco también en aquella época de sus interpelaciones sobre el fallecimiento violento de soldados en determinados destacamentos militares, que luego darían lugar a la creación de la Oficina del Defensor del Soldado. Y algo tuvo que ver también en la creación en Televisión Española del programa para la búsqueda de desaparecidos, el famoso Quién sabe dónde de Paco Lobatón. Moldes explica que aquello tuvo su origen en la desaparición de la joven de Seixo Yasmina Soto-Quiroga, que fue alumna suya en el Instituto de Marín. «Los padres me pidieron ayuda y hablé con Pilar Miró para que se difundiera su fotografía en el telediario nacional. Me dijo que era imposible, porque habría que hacer un monográfico para todos los desaparecidos en España. Después tuve contacto con otros casos - recuerda- y le sugerí a la directora general de TVE que creara un programa específico sobre el tema, que después fue líder de audiencia».

Moldes dejó el CDS tras perder el acta de diputado por Pontevedra en las elecciones de 1989, casi al tiempo que Adolfo Suárez dimitía como presidente del partido y abandonaba la política. Hoy mantiene que su escaño no lo perdió en las urnas, sino en el Tribunal Constitucional, «por una sentencia totalmente política», después de una dura batalla legal que enfrentó al Centro Democrático con el PSOE. Se trataba del escaño 176 que daba la mayoría absoluta a los socialistas.

Piensa que el hueco que dejó el CDS como tercera fuerza política en España «sigue existiendo con dos millones de votantes, que son los que en las generales se mueven de un lado a otro y provocan la victoria o la derrota de los dos grandes partidos». Y lamenta que los gobiernos tengan que estar hoy a merced de las minorías nacionalistas vascas y catalanas.