El painel do basquete femenino (pbf.blogspot.com) es una de las webs de referencia en el baloncesto brasileño y cada semana hace un pequeño balance de las actuaciones de los compatriotas que está jugando fuera del país sudamericano. En la correspondiente a la última jornada de la Liga Femenina, apuntaba que de nuevo Cristina Sousa había sido la cestinha de su equipo con sus dieciocho puntos en veintiocho minutos y se preguntaba cómo era posible que jugando bien todo el año en España, como ya sucedió en la pasada temporada, fuera el primer descarte de la seleção .
Porque la espectacular temporada 2009-10 de la escolta la llevó de vuelta a un combinado nacional en el que no estaba desde el 2003. Cristina reconocía en una entrevista en la web brasileña que ahora tenía otra mentalidad y que estaba menos ansiosa en relación a esas cosas. «Con la madurez gané más paciencia dentro y fuera de la cancha», afirmaba. Una madurez que la ha transformado en una líder y que provoca que ya nadie discuta que es la gran referencia de este Extrugasa.
A Cris Sousa le llegó una segunda oportunidad en Vilagarcía y no la ha desaprovechado. La brasileña, que en su país había jugado en el BCN, Santo André, Ourinhos, São Bernardo, Americana y Ponte Preta, llegó a España en la campaña 2005-06 y su destino fue un convulso Extrugasa, que caminaba hacia el descenso. Llegó como base, y los años demostraron que ese no es su mejor puesto.
Rivas y Cadi La Seu fueron sus siguientes destinos. En ninguno de los dos brilló especialmente y en la temporada 2009-10 decidió dar un paso atrás para tomar impulso. Regresó a Vilagarcía para jugar en la Liga Femenina 2 con el Extrugasa y todo cambió. Su juego durante la campaña fue solvente y en la fase de ascenso, simplemente espectacular. Esa fue, probablemente, la guinda que completó el proceso de madurez de una jugadora que, a los 32 años, parece estar disfrutando del baloncesto tanto como cuando fue campeona sudamericana cadete.