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Frustrado simulacro de incendio en el Instituto Número Un

Chechu López

BARBANZA

Los principales fallos fueron no llamar al 112, el desalojo desorganizado y la falta de definición del punto de encuentro

05 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Afortunadamente se trató de un simulacro, pues si el incendio que se registró en el Instituto Número Un de Ribeira llega a ser real estaríamos hablando posiblemente de una tragedia. Eran las 17.50 horas del lunes y en las aulas del centro educativo había unos 800 alumnos, cuando la directora, Ana Valdés, hizo sonar tres veces la sirena para alertar de que en un trastero situado bajo unas escaleras había fuego, producido por un cortocircuito.

Entonces se puso en práctica el plan de autoprotección, con la evacuación de los alumnos y profesores. Ahí ya se detectaron los primeros errores graves, pues los escolares bajaron por las escaleras y desalojaron las instalaciones de forma atropellada. La confusión también se apoderó de los muchachos, que no tenían claro el punto de encuentro, pues fueron al patio protegido, cuando debían dirigirse a la pista polideportiva cubierta para alejarse lo más posible del centro educativo.

Poca seriedad

Se dio la circunstancia de que algunos alumnos no se tomaron en serio el entrenamiento para saber como actuar en caso de que se produzca una incidencia y haya que salir del instituto a la carrera. Los estudiantes volvieron a entrar en el edificio como si no ocurriera nada, aunque en el trastero y el vestíbulo se había acumulado abundante humo simulado que salía por la puerta principal.

Habían pasado ocho minutos y cuarenta segundos desde que se accionó la sirena, y a los voluntarios de Protección Civil que se desplazaron al instituto para tomar los tiempos de intervención les extrañó que no llegasen ni la Policía Local, ni los bomberos, ni el Grupo Municipal de Intervención Rápida. La directora les dijo que no telefoneara a SOS Galicia. Tras llamar al 112, los bomberos llegaron en siete minutos, pero los Grumir tardaron más pues estaban en una intervención. Para completar el fracaso, la veintena de inmigrantes del grupo de adultos aún permanecía en el aula casi 18 minutos después del aviso inicial, pues el profesor fue incapaz de comunicarles en qué consistía el simulacro.

Debido a los errores detectados, se decidió anular el simulacro de incendio, pero la intervención se completó por si se detectaban nuevos fallos. Según el informe de Protección Civil, el protocolo de actuación de los equipos de emergencia funcionó bien, pero la dirección del instituto debe solventar las deficiencias del plan de autoprotección y que, antes de acabar el curso escolar, tendrían que programar otro simulacro.

Ana Valdés asumió la responsabilidad del fracaso de la prueba, sobre todo por no dar el aviso al 112, aunque lo achacó a un «malentendido». Señaló que en una situación real no habrían actuado así, pero que lo ocurrido le preocupa bastante, y aseguró que tienen mucho que corregir. También indicó que era muy difícil coordinar a un grupo de cerca de 800 alumnos.