El gobierno de Porto do Son informó ayer de la emisión de una orden de paralización de las obras de construcción de una urbanización en la zona de Eiravedra, cerca de la playa de O Pozo, a escasa distancia del núcleo de población de Portosín. El alcalde, Manuel Tomé Piñeiro, comentó que la empresa promotora de las casas estaba realizando ya los trabajos de desmonte con vistas a edificar nueve residencias adosadas.
El motivo que el ejecutivo sonense esgrime para decretar la paralización de las obras es que los documentos que se presentaron al órgano provincial de Patrimonio y los que se remitieron al Ayuntamiento cuando se tramitó la licencia no coinciden, ya que en uno de ellos se hizo constar que se iban a levantar siete casas, y en el otro figuraba que eran nueve.
El mandatario confirmó que la orden de suspensión de los trabajos ya le ha sido notificada esta semana a la firma promotora, denominada Arbolandia, y añadió que dicha empresa ya procedió a paralizar las obras de desmonte que habían iniciado. Ahora, las autoridades locales le comunicaron a los gerentes de la constructora que deben presentar un proyecto nuevo para que desde el Concello se lo puedan remitir a Patrimonio y que sea el consello provincial de este último organismo el que emita el dictamen correspondiente. Tomé Piñeiro comentó que la empresa mostró su disposición a presentar la documentación que se le requiere para poder reanudar las obras.
Yacimientos
Según la información facilitada por el gobierno municipal, los terrenos sobre los que se quiere levantar la urbanización se encuentran afectados por el radio de protección de un petroglifo existente en la zona, de ahí la necesidad de que Patrimonio emita su parecer. Tan pronto como el Ayuntamiento reciba el dictamen del organismo, el proyecto será analizado por el equipo de técnicos de Urbanismo y remitido a la junta local de gobierno para su aprobación o denegación. El grupo que dirige Tomé Piñeiro apuntó que la licencia concedida a la promotora para obrar en las proximidades de la playa de O Pozo fue autorizada por el anterior gobierno municipal el 7 de mayo de este año.
El actual ejecutivo señala que los promotores remitieron un anteproyecto a Patrimonio en el que figuraba que iban a hacer siete viviendas, mientras que en el proyecto que entregaron en el Ayuntamiento aparecía que iban a construir nueve.
La orden de paralización dictada esta semana viene precedida de una denuncia presentada por un particular, que dio pie a que el equipo de técnicos de Urbanismo hiciera una serie de comprobaciones y detectara esas supuestas irregularidades. Con esta resolución, son ya tres las promociones inmobiliarias que el gobierno sonense ha paralizado en los últimos meses. Y es probable que no sean las últimas, a juzgar por las declaraciones efectuadas por el regidor, Manuel Tomé Piñeiro. Este último aseguró ayer que no descartan adoptar medidas en las próximas semanas con otras urbanizaciones de viviendas del municipio.