El proyecto previsto por Política Territorial se llevará por delante parte de un tramo del arenal de Coroso
18 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Más breve, imposible. Más efectivo, tampoco. Un par de minutos, esa fue la duración del pleno extraordinario celebrado en la mañana de ayer por la corporación de Ribeira. El motivo, el plan director de las instalaciones náutico-deportivas de Galicia, que incluye la ampliación de las del club ribeirense. El rechazo al proyecto de Portos fue unánime.
La sesión estaba prevista para las once de la mañana. Sin embargo, todavía quedaban cabos sin atar y los portavoces de PP, PSOE, IPR y BNG se reunieron con urgencia para consensuar un texto conjunto y presentar las alegaciones correspondientes al proyecto. Después de quince minutos se abrió la sesión y la secretaria dio lectura al escrito que va a ser remitido a Política Territorial, y que todos los presentes apoyaron. A continuación, el alcalde, José Luis Torres, dio por finalizada la sesión.
Todos los grupos políticos con representación municipal acordaron mostrar su oposición al plan director de instalaciones náutico-deportivas de Galicia, y en especial a la actuación prevista para Ribeira.
Paseo marítimo
Los concejales consideran que si se llevan a cabo los planes de Portos, se eliminaría un tramo de la playa de Coroso, en concreto en la zona de As Carolinas, se ocuparía una importante superficie de lámina de agua y también quedaría afectado el paseo marítimo.
En las conclusiones de los concejales de Santa Uxía se propone a la Xunta la construcción de una ampliación de la dársena deportiva de la ciudad que sea racional y de acuerdo con todos los sectores afectados.
La intención de la corporación ribeirense es que se ponga en marcha una comisión integrada por Portos, cofradía de pescadores, Náutico de Ribeira, el Concello como representante de los vecinos, y aquellos otros colectivos que puedan estar implicados directa o indirectamente en la ampliación.
El proyecto previsto por la Consellería de Política Territorial para el puerto deportivo de la ciudad es ampliar las plazas de amarre hasta las setecientas, una cifra que ya ha sido calificada de desorbitada por algunos colectivos.