Después de numerosos contratiempos, parece que han cesado los problemas y que el punto limpio de Porto do Son podrá ser realidad a medio plazo. El alcalde, Manuel Tomé, confirmó ayer que los comuneros han cedido dos mil metros de terreno próximos a las fincas del futuro polígono industrial y que el ejecutivo ya aportó la documentación a la Xunta para que reforme el anterior proyecto.
El motivo de que la actuació se demorase se debe, como en otras ocasiones, a que cuando se iba a obrar en el primer terreno ofrecido, cercano al actual, se descubrió que había petroglifos y hubo que parar en seco la intervención.
Esta situación obligó al Concello a encargar un informe arqueológico de todo el perímetro y a buscar nuevo emplazamiento. La segunda alternativa recibió el visto bueno de Patrimonio y, con su autorización, comenzó de nuevo el proceso para la instalación de este servicio.