El día 7 de este mismo mes, un quiosco de golosinas ubicado en pleno centro de A Pobra amaneció completamente chamuscado. Desde el primer momento no parecía haber demasiadas dudas de que el fuego había sido intencionado. «Primeiro levaron todo o que quixeron, e despois plantáronlle lume», decía esa mañana con voz entrecortada la dueña del negocio. Y de ahí que la Guardia Civil comenzase a investigar. Ayer, el operativo comenzó a dar frutos: se detuvo a dos personas en relación con este suceso.
Al parecer, tras atar muchos cabos, se llegó a la conclusión de que al menos dos chavales del municipio pobrense, que no llegan a los treinta años, estaban detrás del asunto. Por tanto, se les localizó y se les arrestó como supuestos autores del fuego que se llevó por delante las instalaciones de madera y toda la mercancía que había dentro. Sin embargo, fuentes próximas al instituto armado insistieron en que la investigación no está cerrada y que es probable que más personas acaben esposadas por este mismo caso.
La noticia de la detención corrió ayer como la pólvora en el municipio, donde también cobraba fuerza la hipótesis que desde un principio barajaba tanto la dueña como los propios agentes: que los chavales quemaron el negocio después de robar golosinas en su interior.
Cuantiosos daños
Ayer, en la villa también se hablaba de que, en caso de resultar culpables del fuego, estos jóvenes se exponen a pagar daños cuantiosos. No en vano, el quiosco ardió prácticamente al 100%. Buena muestra de ello es que tuvo que ser desmontado por completo y ahora mismo en su lugar solo hay una base.