Salvo el largo capítulo de mociones, en el pleno celebrado en Ribeira había poca tela que cortar. De hecho, la contratación de forma definitiva de los trabajos para revisar el plan urbanístico fue uno de los escasos puntos a tratar antes de que los grupos, sobre todo de la oposición, empezasen a defender sus propuestas. La contratación de la revisión del PXOM se aprobó sin problemas, aunque el BNG destacó que este asunto acumula «unha importante demora e debera ser tratado nun pleno extraordinario, sen esperar a este».
Por otra parte, en la sesión también se le dio luz verde al pliego de cláusulas administrativas para la concesión de los servicios de abastecimiento de agua potable y saneamiento del Concello. Y es que, aunque de este servicio se encarga hasta ahora Aquagest, el contrato ya expiró y hay que volver a sacar a concurso la adjudicación. La intención del Concello es dar en concesión esta prestación por un total de quince años, prorrogables hasta 25.
Una de las novedades que se incorporan es que la firma que resulte ganadora tendrá que aportar buena parte del dinero que dará al Concello por el servicio en los primeros cinco años. Así, según dijo el gobierno local, el Ayuntamiento tendrá una partida considerable a corto plazo, que destinará íntegramente a la mejora de las redes de alcantarillado y abastecimiento. Antes de terminar, se aprobó una petición para que se cumpla la sentencia de los depósitos del muelle vilagarciano de Ferrazo.