No es un hecho aislado. El estado del monte de Xuño no es una novedad para las autoridades sonenses. La primera teniente de alcalde, Ánxela Franco, reconoció que la situación es similar en el resto de las masas forestales donde abundan los vertederos incontrolados. «Temos que buscar unha solución entre todos e dende o goberno estamos mirando algunha que outra alternativa». La nacionalista comentó que los comuneros tendrán ayuda municipal para erradicar los puntos ilegales de basura.
Las estrecheces económicas de estos colectivos no pasan desapercibidas para las autoridades sonenses. Sin embargo, la portavoz municipal es consciente de que hay que limpiar los restos que cada vez son más abundantes en los bosques del término municipal.
Ánxela Franco comentó que están estudiando una fórmula similar para todas las comunidades. Barajan dos opciones. La primera es conceder ayudas económicas anuales para que sean los propios comuneros los que se encarguen de las labores de limpieza. Otra alternativa es que sea el propio Concello el que ponga en marcha un servicio que se encargue de dejar en condiciones los montes.
Pero lo que más molesta a los dirigentes locales es que «a maior parte do lixo que chega aos nosos terreos son de outros municipios». Vigilar y controlar estas acciones es muy difícil, pero desde el gobierno sonense hacen un llamamiento a la solidaridad vecinal para que se denuncie a todos aquellos que sean sorprendidos depositando restos en terrenos del término.
Pero los problemas medioambientales en el municipio no son solo en los montes. La primera teniente de alcalde reconoció que el abandono de enseres o restos de todo tipo al lado de los contenedores es una preocupa al grupo de gobierno.
Actuaciones
Nada más acceder a los cargos de responsabilidad en el Concello, «unha das primeiras cousas que fixemos foi unha limpeza xeral ao lado dos colectores, pois había unha gran cantidade de enseres que non poden ser recollidos polo camión do lixo».
La actuación tuvo un coste aproximado de unos 2.000 euros. Sin embargo, y después de tres meses, «a situación volve a ser a mesma, pois xa hai nos puntos de recollida todo tipo de desperdicios». Desde el Concello se está barajando una nueva actuación, pues «non podemos permitir que estea o lixo ao lado das casas», dijo Franco.
Los puntos más conflictivos fueron localizados en Baroña, Portosín, Caamaño y San Pedro de Muro, entre otros.
Entre las medidas que pretenden adoptar las autoridades locales figura comenzar a multar a los infractores, por lo que pondrán en marcha una campaña de vigilancia con la finalidad de que los usuarios cumplan la ley. Por último, desde el Concello se intensificarán las gestiones para abrir el punto limpio y contar con una zona donde se puedan recoger los voluminosos.