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Muchos de los cien asistentes elogiaron la restauración hecha en el claustro de San Francisco

La Voz

BARBANZA

22 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A muchos de los 94 trabajadores y políticos que celebraron ayer santa Rita en Noia no les pasó desapercibida la obra hecha en la casa consistorial para rehabilitar el claustro de San Francisco. De hecho, aunque el vino se sirvió en el bajo del ayuntamiento, muchos de los invitados no dudaron en subir al primer piso para observar cómo había quedado la actuación. «Isto é moi bonito», comentaba un policía pobrense, que no dejó de sacar fotos en la zona de piedra y madera recuperada.

Mientras unos visitaban el claustro, el resto iba cogiendo sitio alrededor de las mesas para tomar el aperitivo. Muchos de los asistentes se preguntaban si los alcaldes se darían cita o no. A la una de la tarde, solamente habían llegado los de Porto do Son y Outes, amén del anfitrión noiés. Sin embargo, sí había representación institucional de sitios como Rianxo, ya que en Noia estuvo la concejala Marisa Resúa. Igualmente, se esperaba la llegada de otros regidores, como el caso del boirense Xosé Deira Triñanes.

Por otra parte, y como en toda fiesta que se precie, destacó la calidad de los músicos. Ataviados con los trajes regionales pese al calor reinante, los gaiteiros de A Barquiña pusieron la nota alegre de la mañana.

Ya por la tarde, estaba previsto que el testigo en cuanto a la música lo tomase la boirense Débora. Así lo confirmaba su padre que, como trabajador municipal que es, tampoco se perdió la fiesta en honor de santa Rita.