Hay algunos tratamientos que, para que lleguen al usuario, además de contar con receta, este tiene que hacer un trámite con la inspección farmacéutica del Sergas. Y ahí radica otro problema. Resulta que ni en Porto do Son ni en Lousame ni en Outes existe esa figura. Por lo que los residentes no tienen más remedio que desplazarse hasta el ambulatorio de Noia o el de Ribeira para realizar el trámite.
¿Cómo se hacía antes? Los farmacéuticos explican que, antes de que este sistema de recetas a medio camino entre el electrónico y el papel funcionase, lo que hacían era tramitar ellos directamente con la inspección. Es decir, que el paciente no se desplazaba. Sin embargo, ahora esta circunstancia no puede darse.
La versión de Sanidade
¿Qué dice Sanidade a todos estos problemas que describen pacientes y profesionales de las farmacias? Pues que se trata de un método transitorio que se rematará «en breve» para dar paso a la receta electrónica. Señala que este sistema transitorio se usa, precisamente, para corregir las lagunas que vayan surgiendo.