El verano es la época festivalera por excepción y Barbanza no le va a la zaga a las grandes ciudades de la comunidad. El pasado fin de semana, la comarca se empapó de música con conciertos de todo tipo, aunque, por tradición, el Castelorock muradano se erigió, por méritos propios, en el centro musical de la zona. Cientos de personas se congregaron en la playa de O Castelo para asistir a las actuaciones de Solos, Raiba, Lilith, Dakidarría e Ilegales, una banda que, con Jorge Martínez a la cabeza, hizo las delicias del público que quiso presenciar el adiós del mítico grupo.
Por su parte, Sleeping Cat, la formación que encabeza el artista noiés Javier Rodríguez Viéitez , más conocido como Jerry Noia , fue la protagonista de un nuevo capítulo de los Venres Musicais, incluidos en la programación cultural del Concello noiés para este verano.
Siguiendo con la variedad de estilos musicales que se escucharon en distintos puntos de la comarca, no podía obviarse el jazz. Decenas de personas se acercaron al local boirense A Pousada das Ánimas, que regenta Suso Santamaría , para dejarse envolver por los sonidos que manaban de la guitarra de Marcos Pin , del contrabajo de Antonio Castillo y del saxo de Xosé Luis Míguez y por la voz de Lidia Carrión .
Por último, aunque no por eso menos importante, es de destacar el importante papel de las corales que se han creado en Barbanza. El conjunto boirense Baldomar ya traspasó las fronteras barbanzanas y hace unos días actuó en la catedral de Santiago.