El primer plan anticrisis, que se llevó a cabo durante el 2009, supuso una inyección económica superior a la del actual, lo que permitió una mayor implicación de trabajadores. La previsión inicial fue de 817 y la cifra final ascendió a 946. En este segundo plan, al que todavía le quedan dos meses de vigencia, la cifra de puestos creados a mayores de las estimaciones iniciales de los concellos es mayor que en el fondo anterior.
Aunque parezca una cantidad pequeña, también debe tenerse en cuenta que no solo hay menos dinero, sino que, a diferencia de lo ocurrido en el año 2009, no es obligatorio destinarlo todo a inversiones reales. De hecho, varios concellos emplean la cantidad permitida por el Gobierno a pagar gasto corriente.