Conscientes de la repercusión que alcanzaron con la movilización y posterior manifestación que hicieron frente a las oficinas de la Xunta de Galicia, los empleados de la planta de Servia han decidido que las próximas concentraciones serán después de conocer la respuesta que la firma concesionaria, FCC, tiene que dar a la mancomunidad. Será entonces cuando se haga público si Fomento acepta o rechaza, además de la propuesta de financiación de la deuda acumulada, el problema que todavía existe con el almacén de explosivos que está instalado junto a la planta y que amenaza seriamente su cierre.