Cáritas atendió en la comarca a 150 familias más que en el 2009

Laura López RIBEIRA/LA VOZ.

BARBANZA

Ha bajado el número de inmigrantes y crecieron las peticiones de ayuda por personas que se quedaron en paro

12 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una de las caras más dramáticas de la crisis es la que día a día viven asociaciones benéficas como Cáritas. En la comarca, la entidad atendió este año a 150 familias más que en el 2009, personas que nunca antes habían precisado este tipo de servicios, según cuentan los responsables de las organizaciones en las distintas localidades. De hecho, según los datos facilitados por las entidades, en la actualidad son cerca de ochocientas familias en la comarca las que precisan de la ayuda de Cáritas para subsistir, un 18% más que el año pasado.

El responsable de Cáritas de Noia, José Luis Rodríguez, explica que el aumento de solicitudes ha sido enorme. «Con respecto ao 2008 medraron un 200%», comenta. También en Boiro notaron este incremento, según explica el párroco Francisco Justo, aunque matiza que las donaciones son también mayores.

Desde Cáritas se habla de la crisis como la principal causa de esta situación. De hecho, la realidad es cada vez más crítica, pues según los datos que maneja la organización, al menos 700 familias subsisten con ingresos inferiores a los 7.000 euros anuales, y muchos disponen aún de menos recursos. «Varias familias só están cobrando a axuda de 426 euros mensuais», explica el secretario de Cáritas de Ribeira, Manuel Mirás. Eso teniendo en cuenta que, en muchos casos, se trata de familias numerosas. Con Mirás también coincide José Luis Rodríguez: «A maioría recibe 426 euros, pero outros nin sequera iso e só perciben 350». En Outes, la presidenta, María Aurora Gosende, cuenta que la mayoría de las familias ronda los 400 euros al mes de ingresos, y destaca que lo más solicitado son alimentos.

Perfil

En Ribeira es donde atienden a una mayor cifra de familias, llegando al medio millar. El perfil del demandante también cambió: «Está baixando o número de inmigrantes e aumentou moito a xente que vén porque quedou no paro, pois algúns esgotaron as axudas sen atopar emprego. Por iso, entre os servizos que prestamos está o anticipo dos alugueres», cuenta Mirás. Dice que en junio se vieron desbordados por la bajada de los ingresos, pero ahora se mantienen por los donativos y subvenciones.

En una de las entidades de A Pobra, la de Posmarcos, que dirige María José Vila, notaron un gran bajón en las aportaciones: «A colecta mensual nas parroquias era de máis de 100 euros hai catro anos, e agora non pasa dos 25», cuenta.