Costas dice ahora que no puede trasladar el campo de fútbol de Xuño por falta de fondos. Quizás sea comprensible en un año tan difícil. Seguro que hay otras prioridades. Lo que ya es menos entendible es que esta obra se prometiese hasta la saciedad; se anunciase a bombo y platillo y ahora se quede en agua de borrajas, al menos, hasta el 2013. Hay departamentos que practican el dicho y no hecho. Y Costas suele ser de esos. Anuncia paseos a ritmo veloz, pero las obras tardan años en llegar.