La llegada a los hogares, a principios del 2009, de los recibos estimados de Fenosa desató un aluvión de protestas de los consumidores. Aunque estas quejas se registraron con mayor intensidad durante ese año, todavía a día de hoy las oficinas de atención al consumidor reciben frecuentemente consultas de usuarios que aseguran que el total a pagar que se especifica en sus facturas no es el real. Generalmente, las quejas de los clientes son similares. La mayoría señala que su consumo ha llegado a incrementarse hasta un 50%, mostrando su incomprensión ante el requerimiento de una cifra a abonar demasiado elevada.
Tarifa nocturna
La supresión de la tarifa nocturna es otra de las medidas que ha hecho aumentar el diluvio de las reclamaciones en las OMIC. En 2008, aquellos que la tenían contratada pasaron a obtener la denominada discriminación horaria, aunque esta modificación produjo errores en muchos recibos que ahora se apilan en las oficinas municipales dedicadas a asesorar a estos clientes.
Después del sector de la telefonía -que se lleva la palma en las quejas registradas en la comarca- la electricidad representa otro de los servicios en los que surge el conflicto con el usuario.
Resolver las denuncias con una gran empresa como Fenosa supone un largo camino en el que muchos desesperan.