Que la unión hace la fuerza lo sabe bien Cristina Fontaíña, técnica de la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Porto do Son. Asegura que el cliente es cada vez más consciente de sus derechos, pero que todavía queda mucho por hacer para que estos no se vean perjudicados al surgir un conflicto con la empresa a la que se dirige.
-¿Son conscientes los ciudadanos de que existe una oficina que atiende sus denuncias en el ámbito del consumo?
-Aunque no todos saben que desde la OMIC se asesoran sus reclamaciones, cada vez son más los clientes que se acercan a la oficina y piden ayuda. Algunos llegan derivados de las mismas empresas en busca de un sistema de mediación.
-¿Qué quejas son las más difíciles de resolver?
-Cuando se trata de facturas telefónicas erróneas puede ser fácil llegar a un acuerdo con las partes. Sin embargo, con otras grandes empresas como Fenosa es más difícil resolver. Aún así, desde las oficinas de información al consumidor cada vez se hace más presión para que aporten una solución.
-¿Sabe el cliente que tiene unos derechos que debe reclamar?
-Hace muy poco que los consumidores tienen claro dónde y cómo reivindicar sus derechos. Que el cliente los conozca es básico para que estos no se vean lesionados. Hace más o menos cinco años que las OMIC han empezado a funcionar con un volumen importante de quejas.
Cristina Fontaíña atiende las reclamaciones en la oficina municipal sonense