Pese a que son diversas las causas que pueden llevar a prescribir el tratamiento con Sintrom a un paciente, este tipo de medicación se administra sobre todo a personas que han padecido un infarto de miocardio, una trombosis, un ictus u operaciones de corazón, entre otras dolencias, con el fin de prevenir la formación de coágulos en el interior de las venas o arterias que las taponen. De este modo, se evita que estas complicaciones acaben produciendo una trombosis o embolia.
Con todo, este tratamiento no cura específicamente ninguna enfermedad, sino que se trata de una medicación preventiva. Asimismo, y dado que de lo que se trata es de evitar coágulos, debe prescindirse del Sintrom para extraer muelas o en cirugías. Existen también otro tipo de restricciones y contraindicaciones de las que se informa a los pacientes.
Asimismo, a la hora de tomar el tratamiento, debe seguirse una pauta estricta con el objetivo de que los resultados sean los esperados. Para ello, es fundamental, por ejemplo, administrar el Sintrom todos los días a la misma hora.
Aparcamiento
El volumen de pacientes que toman Sintrom es tal que los días que se administra los aparcamientos se agotan a la mínima delante de los centros de salud y, sobre todo, en el hospital barbanzano. Ocurre así cada lunes y cada jueves.