Pese a que la ley exige que los presupuestos municipales se aprueben antes del 31 de diciembre del año anterior a su entrada en vigor, son excepcionales los casos en los que esto sucede. De hecho, a estas alturas del año, solo tres de los ayuntamientos de la zona barbanzana tienen hechos los deberes y ratificadas unas cuentas que, en la mayor parte de los casos, caen de forma considerables.
Salvo en Lousame, donde, según explicó el alcalde, el presupuesto para este 2011 es similar al del año pasado -asciende a 4,2 millones- tanto en Boiro como en Rianxo desciende. En el caso de este último, cae un 15% con respecto al 2010 y se sitúa en poco más de seis millones de euros, aunque la inversión real prevista asciende sensiblemente hasta llegar a los 490.000 euros.
En lo que respecta a Boiro, el único Concello, por cierto, que dio luz verde a los presupuestos del 2011 en tiempo y forma, aunque sobre la bocina, las cuentas desciende un 24% y se sitúan en 14,8 millones. Una bajada justificada, fundamentalmente, por los cuatro millones incluidos en los presupuestos del 2010.