Rafael García Guerrero, alcalde de Noia y nuevo presidente de Serra do Barbanza, parece que no ha entrado con buen pie en su nuevo cargo dentro de la mancomunidad. Ya durante los últimos compases del mandato anterior de Domingos Dosil, trascendieron a la opinión pública sus diferencias con el todavía alcalde de Muros por actuaciones llevadas a cabo por su cuenta y que sentaron mal a Dosil, aunque ahora, parece que el nuevo número uno de la entidad ya tiene con la mosca detrás de la oreja a los trabajadores de FCC. Y es que según explicaba ayer la presidenta del comité de empresa, María Vitoria Fabeiro, «levamos dúas semanas esperando a súa chamada. Eu chameino ao móbil e non colle e se chamas a alcaldía contestan que non está».
Y es que lo que ha sentado mal a los trabajadores «é a falta de seriedade deste home», ya que hace dos semanas «falou dunha reunión da que agora escapa e a verdade é que son moitos os temas relacionados coa planta dos que temos que falar».