Iniciativas a punta pala y buenas palabras son algo habitual cuando se trata de hablar del medio ambiente, y más cuando el asunto en cuestión tiene que ver con un mar que da de comer a muchas familias. Esto, en muchos casos, se traduce en inversiones millonarias para instalar redes de saneamiento, algo que no evita que los vertidos sigan siendo el pan nuestro de cada día si no se construyen depuradoras ya que las que hay no dan abasto.