La apuesta por un monte rentable y sostenible llega a Caldebarcos

J.?M. Jamardo RIBEIRA / LA VOZ

AGRICULTURA

Los comuneros están embarcados en la producción de miel

16 jun 2011 . Actualizado a las 10:57 h.

El monte es una fuente de riqueza muy importante si se sabe explotar, y en eso están de acuerdo la mayoría de los comuneros. Pero la falta de tiempo, iniciativas, dinero y ganas de trabajar provoca que muchas zonas estén casi abandonadas y su rentabilidad se reduzca casi exclusivamente a unas talas. Sin embargo, los comuneros de Caldebarcos optaron por un camino distinto al de quedarse de brazos cruzados esperando a ver qué pasa. Reconocen que el monte tiene un gran potencial y hay que saber exprimirlo, por eso se han puesto manos a la obra e intentan poner en valor unos terrenos poco productivos que, bien aprovechados, pueden dar muchas alegrías a los vecinos de esta parroquia carnotana.

Los montes de esta zona no son, precisamente, una mina de oro en cuanto a producción de madera, ya que están formados por grandes pedregales y la vegetación está expuesta a fuertes vientos.

Aprovechamiento de recursos

El objetivo de la comunidad de montes de Caldebarcos es que su propiedad vuelva a tener una gran relevancia en la vida de los vecinos, y que los residentes disfruten y puedan aprovechar también sus recursos.

El vicepresidente de la entidad, César Cambeiro, destacó que están poniendo todo su empeño en que esta propiedad comunal sea, al mismo tiempo, habitable y sociable. Y sus pasos van encaminados a eso, a que se aprovechen sus recursos y al mismo tiempo se pueda disfrutar de la naturaleza.

Una de las primeras medidas de la directiva actual fue recuperar seis molinos de agua que estaban abandonados, aunque quedan todavía unos tres más, y también poner en funcionamiento los que están rehabilitados. Fue un trabajo duro en el que invirtieron unos 100.000 euros, pero desde el colectivo se sienten orgullosos y sus aceñas son visitadas por vecinos y forasteros.

Otro de los múltiples recursos de estas tierras tiene que ver con el pasado. Los montes de San Cibrán y Caldebarcos eran los que abastecían de miel a toda la comarca hace más de sesenta años. Pero las abejas fueron desapareciendo y también las alvarizas (construcciones de piedra circulares donde se ubican las colmenas).

César Cambeiro comentó que la apicultura puede ser un buen complemento para la explotación de los montes. Y en eso están. El año pasado comenzaron a restaurar estos espacios y a producir miel. Los primeros tarros ya se repartieron entre los comuneros, que pudieron saborear un producto totalmente natural y producido por ellos mismos. En total se extrajeron 250 litros que se repartieron entre todos los vecinos.

Nuevos proyectos

A pesar de que la producción de miel es un experimento, Cambeiro destacó que están estudiando la posibilidad de aumentar el número de colmenas e intentar comercializar el producto, aunque «os pasos que estamos a dar son moi lentos e, polo tanto, imos ir facendo as cousas con cautela».

Además, en mente de los comuneros ya hay nuevos proyectos. Y es que el monte está a disposición de todos y puede ser una importante fuente de ingresos si se sabe cuidar y mimar.

Entre las nuevas alternativas, el vicepresidente del colectivo comentó que está la posibilidad de realizar una plantación de castaños, y también tienen puestas sus miras en la explotación de setas, una alternativa que están estudiando y que puede ser otra importante actividad de cara a diversificar la producción del monte.

El dinero es el mayor obstáculo, aunque al menos tienen una fuente de ingresos, el alquiler de la explotación de una cantera de piedra, que permite a los comuneros hacer sacar adelante diversos proyectos e iniciativas.

La explotación de setas es otra de las alternativas planteadas por el colectivo